viernes, 18 octubre, 2024
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En tiempos de descontento social siempre aflora una creatividad musical mucho más contestaria y de inusitada fiereza. Los gasteiztarras Koltán han debutado con un primer trabajo «Desde El Barro», desbrozando balas certeras, con unas influencias más que asimiladas y enhebrando una combinación de punk melódico y facciones vigorosas del rock.

Antes de empezar a hablar de vuestro primer trabajo de larga duración “Desde El Barro”, hacedme una pequeña biografía de cada uno de vosotros porque hay una trayectoria interesante hasta día de hoy.

Somos Koltán, banda de punk-rock procedente de Vitoria-Gasteiz y formada por Andoni a la voz, Julen al bajo, Adrián a la guitarra y Koldo a la batería.

Adrián ha estado anteriormente en varias bandas de rock and roll como por ejemplo Descantilleos y actualmente forma parte también de La Última Bala. Julen y Koldo han formado parte de Kopia Barata, y este último también aporreó los tambores en Avalon Heart y Vice Dice. Andoni fue vocalista de la banda The Gratix de la que también formaban parte tanto Julen como Adirán y la que acabó derivando en este nuevo proyecto llamado Koltán. Podría decirse que aunque la banda es nueva, todos tenemos experiencia.

Pese a tratarse de vuestro disco debut habéis logrado confeccionar un trabajo sólido que apunta alto, con un marcado carácter reivindicativo y cargado de loables intenciones, insuflando aire fresco en un escena punk rockera excesivamente esquemática. ¿Cómo se ha desarrollado todo el proceso creativo?

El proceso creativo ha sido largo, ya que comenzamos a componer las canciones que dan forma a “Desde el barro” a finales del año 2018. Lo interesante del proceso de composición es que las canciones las hacemos entre todos en el local de ensayo, partiendo de la improvisación y trabajando sobre esas ideas; nadie lleva una canción terminada al local, sino que lo hacemos entre los cuatro.

Sin duda alguna, uno de los puntos fuertes de este primer trabajo es la producción global del álbum, producido durante los meses de noviembre y diciembre de laño pasado en Black Cat Studios (Gasteiz). ¿Cuál es el rasgo esencial que más designa vuestro sonido?

Javi Sevilla, de Black Cat Studios ha sabido plasmar perfectamente nuestro sonido como banda, y estamos muy contentos con el resultado obtenido, ya que es muy fiel a nuestro sonido de local, sin hacer uso de elementos disparados por ordenador. Todos los instrumentos están grabados mediante microfonía y creemos que eso es lo que da esa personalidad al disco, no incluir sonidos preestablecidos que hacen que todos los discos suenen igual. La verdad es que ha sido un gustazo trabajar con él.

Foto: Borja Triviño

Las primeras impresiones siempre son las que valen y escuchando las ocho canciones que componen el álbum he percibido que hay detrás de ello un trabajo muy solido y versátil, mezclando estructuras clásicas con elementos y recursos más actuales. Composiciones que muestran experiencia y tesón en sus patrones, sin ornamentos cargantes ni cayendo en consignas de corto recorrido. ¿En que tesituras os sentís más cómodos en los temas rápidos con guitarras afiladas y bases rítmicas contundentes o en esos medios tiempos que vais esbozando pinceladas de variedad en el aspecto instrumental?

En la variedad está el gusto y no queríamos hacer la misma canción una y otra vez. La intención era que cada canción tuviera su propia personalidad y creo que hemos conseguido que el conjunto tenga un sentido, pero cada canción sea única. Nos sentimos igualmente cómodos con los temas más cañeros, como con los medios tiempos que dan un poco de respiro al disco.

En canciones como en «Desde El Barro», «El Laberinto» o «La Salvación» encontramos un sentimiento inconformista, enérgico y emocional, estribillos para ser cantados y mensajes con muchas ganas de hacer mella en el oyente. Una transfusión vieja pero filtrada y renovada de inconformidad frente a la impunidad y el abuso de poder. Temas con aroma a calle con los que es fácil sentirse identificado. ¿Qué tipo de injusticias sociales os motivan a alzar la voz a través de vuestra música?

Nos gusta ser claros pero no excesivamente explícitos con las letras, eso sí, siempre salpicándolas de un tinte social. La lista de temas que merecen ser citados y puestos sobre la mesa es infinita, si nos hemos decantado por hablar sobre la pederastia, el auge del fascismo, o la guerra que trae el mineral que da nombre a la banda, es porque día a día vamos viendo la impunidad de los actos de ciertas personas y eso nos remueve por dentro. Como he dicho, la lista de temáticas a tratar sería infinita y en este primer álbum hemos elegido esas.

Supongo que cada uno de vosotros tenéis vuestros propios gustos musicales y una manera distinta de concebir la música. ¿Cómo habéis logrado unificar todo vuestro abanico de posibilidades musicales, enfocándolo a un dinamismo que evite cualquier atisbo de monotonía en el disco?

La fusión de nuestros gustos musicales es la que da variedad a lo que hacemos. Por un lado, Koldo viene del mundo del metal, y en nuestros temas se puede notar esa influencia en detalles con dobles bombos o la abundancia de timbales. Por otra parte, Adrián es puro rock and roll y eso se nota tanto en los riff, como en los solos, que desprenden rock por los cuatro costados. Para terminar, tanto Julen como Andoni son quienes ponen el punto de punk-rock, y la mezcla de todos estos ingredientes es lo que da el sonido que hemos conseguido. El objetivo es sentirnos todos cómodos en lo que hacemos y aportar nuestra visión a cada tema.

Hay músicos que con el tiempo dejan de denunciar injusticias en sus letras al acabar pensando que no llevan a ningún sitio ¿Qué pensáis de ello?

Se dice mucho que con la edad las ideas se van relajando, pero viendo la situación que estamos viviendo, cada vez hay una mayor crispación en la sociedad y las injusticias son claramente mayores, lo que se ve reflejado en todo tiempo de arte, en nuestro caso, en las letras. Cada cual es libre de incluir en sus letras el mensaje que crea oportuno, en nuestro caso, creemos que mientras haya algo que decir y sobre lo que poner el foco, nos sentimos obligados a decirlo.


En cada canción siempre buscáis una manera distinta de expresar vuestras vivencias y sentimientos, un estilo de lo más personal bajo un sonido actualizado en matices rockeros. ¿A la hora de componer, qué pasos seguís para llegar a esa plenitud? ¿Primero la melodía y posteriormente los textos?

Partimos de la improvisación; alguno empieza con un riff o una idea muy básica y el resto vamos acoplándonos hasta que conseguimos una estructura, lo que llamamos el esqueleto de la canción. A partir de ahí vamos trabajando y dándole forma a los temas entre todos.

Una vez tenemos estructura y melodía de voz, viene el final del proceso, que es escribir las letras. Seguramente no sea la manera más fácil de componer, pero a nosotros nos funciona.

Dicen que la creatividad florece en tiempos de decadencia. ¿Qué bandas os han sorprendido estos últimos años?

Tenemos la suerte de vivir en una ciudad, Vitoria-Gasteiz, en la que hay una escena amplia y un gran número de bandas de diversos estilos. Por citar alguna, es muy interesante la propuesta de Negra Cucaracha Terror Folk, o nuestros compañeros de local Lautada, que hacen metal con mucho gusto y acaban de sacar un discazo. Otro ejemplo que podría darte son los heavy-rockeros Paraside, una banda joven pero con mucho gusto y muchas tablas, al igual que la banda de rock Lehia. Podría decirte muchas más, la verdad es que da gusto estar rodeado de tanta cultura y que la escena sea tan rica y variada.

Lamentablemente este país sigue siendo un poco verbenero musicalmente hablando. ¿Consideráis que la originalidad está mal pagada hoy, que la gente tiene el oído demasiado cerrado y se ha acostumbrado a cosas simples?

Como ejemplo a tu argumento ahí tienes a las bandas tributo, que parecía una moda pero ahí las tienes formando parte de las programaciones de muchas salas y es curioso que, independientemente del estilo musical de la banda “homenajeada”, siguen llenando salas. Por no hablar de los festivales que repiten cartel año tras año.

También he de decir que el rock, el punk y su escena siempre han sido un asunto marginal en este país, pero siempre ha tenido su público que más allá de grandes carteles, acude a disfrutar de conciertos a esa red de pequeños festivales y salas pequeñas que existen, que son las que mantienen viva la escena.

Foto: Borja Triviño

¿Cómo valoráis el gancho que ejercen las redes sociales en el panorama de promoción musical?

Más que gancho, es la única alternativa de promoción. Antes se imprimían y pegaban carteles por las calles, pero eso ya puede considerarse casi “batallitas de abuelo”. Las redes sociales te permiten un contacto directo con la gente y aunque todos sabemos como funcionan, que el alcance tiene límite y el sistema “pay to win” (paga para ganar) que algunos utilizan para comprar seguidores, visitas y aparecer constantemente entre las publicaciones destacadas, la promoción por redes sociales es único altavoz que tenemos, a parte de los medios especializados.


¿Qué consejo le daríais a todos esos chavales que sueñan con ser músicos?

Que la música es un iceberg: lo que se ve de cara al público, los conciertos, las grabaciones, los videoclips,… es una ínfima parte comparado con las horas de ensayo, el aprendizaje constante, el trabajo y esfuerzo en equipo,… Hay mucho trabajo en la sombra y eso también hay que hacerlo con pasión. Para nosotros la música es una afición y la única aspiración debe ser disfrutar haciendo lo que te gusta. Todo lo demás es secundario.

¿Qué objetivo esperáis alcanzar con este disco? ¿Qué le pide Koltán al momento presente?

El objetivo ya estaba cumplido en el momento en el que terminamos la grabación del disco y nos quedamos todos a gusto con el resultado. No tenemos aspiración de ningún tipo más allá de tocar todo lo que podamos y disfrutar de todos los directos después de 3 años de trabajo en el local. De momento tenemos varias fechas cerradas y andamos mirando para ir a más sitios, pero tampoco tenemos prisa por que todas las fechas sean inmediatas, ya que la intención es alargar la gira hasta que tengamos material para volver a entrar al estudio.