Los bilbaínos Shöck siguen teniendo mucho que decir en el presente y en el futuro, con una coraza mucho más sólida, pero sin perder el nervio punk rockero del que siempre han bebido. Hace unos días presentaron por fin su segundo disco «Alta Traición» en la sala Bilborock (Bilbao), con reducido aforo conforme a la normativa vigente y plenas medidas de seguridad. Un trabajo que refleja con mucha más claridad su identidad en unas letras en las que no se muerden la lengua y sacando un mayor jugo musical en el ofrecimiento de nuevos matices, desprendiendo fuerza y calidad bajo un patrón muy reconocible a estas alturas, punk rock de escuela tradicional concebido sin miramientos, atacando con afilados colmillos en «No Funciona», «Es Terrorismo», «Sexta Extinción» y “La fábrica de lxs suicidas” y ofreciendo dosis de variedad con un sorprendente halo de frescura para un resurgimiento de un punk mucho más rabioso en «No Son Para Mí», «Alta Traición» y «Juntxs otra vez», suficientemente cargados de argumentos para incitar a transformarnos en bestias.