viernes, 22 noviembre, 2024
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A pesar de que vivimos en tiempos de inmediatez y cambios acelerados, va cobrando un peso importante la añoranza por los tiempos pasados. Una moda por revivir el recuerdo de vivencias remotas. En el ámbito musical son cada vez más míticas bandas que deciden regresar a los escenarios tras muchos años de inactividad para el regocijo de aquellos que quieren experimentar una segunda adolescencia, el volver a escuchar en vivo aquellas canciones que te apasionaron en tu bendita juventud.

Uno de los grandes reclamos de la tercera edición del Kabiefest era, sin duda alguna, la reunión en exclusiva de los barakaldeses Juicio Final, una formación con una sensacional seña de identidad (Crossover Thrash) que obtuvo una gran acogida tanto de los medios musicales como el público en los años 90, compartiendo en ocasiones escenario con Unbounded Terror, Beer Mosh, Aposento, Mesltrom, Gomorra, Cancer y Cerebral Fix; y que llevaban 13 años si actuar desde su anterior reunión el 9 de abril de 2011 en la desaparecida sala Rock Star Live (Barakaldo).

La banda preparo con mucho mimo y dedicación su esporádico regreso, con pinceladas originales más que interesantes y alguna que otra sorpresita como fue la participación de Carlos Escudero (Vhäldemar) en el tema «Cerveza» y el cierre final junto a los organizadores del festival, acompañándoles ambos dos a las voces en su emblemático himno «Matador», ambas composiciones de su maravillosa maqueta «Now», grabada por el prestigioso Karlos Kreator, la cual ha sido reeditada actualmente en formato CD junto a su primer trabajo «Psychoagony», a través del sello Demons Records.

El grupo sigue reuniendo una gran calidad individual pese a desvincularse un poco de su sonido primitivo old school y tirando mucho más hacia un estilo más actual en derivación punk. Comenzaron con mucha energía, fieles a sí mismos, desprendiendo mucha rabia en mensajes inconformistas en estos tiempos de apariencias, insuflando actitud ante la vida con temas como «In This Place», «Skin Me In The Cry» y «Final Judment», con la ayuda en determinados momentos de la descarga de Javi Montilla Fernandez en los teclados. Recordando el mejor aroma crossover noventero con «Solo Por No Ser Normal», «What´s Be Human?», «Staining My Name», continuando con esa tónica inicial manifestada en los primeros compases, de desplegar mucha versatilidad y agresividad, absoluta naturalidad en su capacidad de transmisión y bastante crítica a nivel social en «Karkoma» y «El Color de la Humillación», apreciándose perfectamente cada golpe de batería y cada guitarrazo.

Fue llamativa la cantidad de virajes exhibida durante toda su actuación partiendo siempre de registros vocales en una onda mucho más macarra y un ligero acercamiento al thrash más marcado en «Psychoagony», evitando caer en una linealidad estandar aunque hayan conservado en su sonido ciertos rasgos puros de dicho estilo clásico.