Ayer salió al mercado el vigésimo segundo disco de los sevillanos Reincidentes «¡Peligro!, a través del sello Maldito Records. Desde el rock and roll más clásico hasta sonidos de “nu metal”, pasando por la tradición más ramoniana o pinceladas grunge. Sonido de alta calidad, actitud y mucha solidez, aprovechando ya al máximo la incorporación de Chispes a la banda, Realizado por Adrián Ogando (Jujuy, Argentina) que ya ha trabajado con ellos más veces, con la ayuda de Carlos Marquez, viejo amigo de la banda.
Ocho temas y una especie de reprise final que por sí solo podría resumir la filosofía de todo el trabajo, compuestos en dos hornadas de inspiración pero con tremenda solidez tanto musical como temática.
Siempre con esa vocación tan suya de fotógrafos sin filtro de una realidad cambiante y últimamente bastante peligrosa para la asunción de los valores que siempre ha defendido la banda, esta vez se atreven sin tapujos a hablar de ellos mismos, más de lo que han solido hacer, sin llegar ni mucho menos a ser un disco que se pueda tildar de intimista.
Hablan de las cosas que les importan de verdad. De qué tipo de futuro social y político nos puede esperar con esas nuevas corrientes neoliberales y neofascistas que a base de bulos, mentiras y un uso obsceno de las redes está llegando al corazón de mucha gente que en realidad sabemos que es bienintencionada.
Por supuesto hablan de Palestina, que corre uno de sus peores momentos desde su invasión a mitad del siglo pasado, de la cultura y su papel en nuestra sociedad. De los derechos conquistados que ahora algunos ponen en cuestión, llamándolo “buenismo”, “dictadura de lo progre” y demás sandeces de ese calibre. Hablan de ellos mismos como banda madura que quiere estar subida a los escenarios “hasta que les dé el cuerpo” porque la música se convirtió literalmente en su vida.

