miércoles, 24 abril, 2024
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Experiencia, capacidad técnica e imaginación, revalorizando con una mayor versatilidad su agresividad y logrando mantener una personalidad que ya se plasmaba en su Ep debut, es lo que han logrado plasmar los bilbaínos Empire Of Disease en su primer trabajo de larga duración de «With All My Hate», una conexión muy fluida, entendiendo el metal moderno de un modo distinto, y buscando un equilibrio perfecto entre la contundencia más brutal y solvencia técnica en destellos loables. Una obra vibrante y enérgica de una formación prometedora. 

– Vuestro primer trabajo de larga duración «With All My Hate» certifica que vuestra solvencia y efectividad siguen intactas, una acentuación de los elementos rítmicos e influencias de corrientes mucho más actuales con un porcentaje preciso de potencia, calidad sonora y composición elaborada, que deja constancia de una envergadura tremenda a la hora de facturar un personal estilo a través de destellos técnicos muy meritorios. ¿Cómo se ha desarrollado todo el proceso creativo? ¿Cuál es la seña que más identifica vuestro sonido actual? ¿Qué sentimientos habéis buscado transmitir con este disco?

Hemos seguido el mismo camino que con las composiciones del Ep, sobre una idea base que se presenta en el local se comienza a trabajar, vemos que nos pide, se machaca y cuando parece que está, le damos la vuelta de tuerca. Nunca nos conformamos con lo primero que hacemos, siempre buscando nuevas metas.

Nuestra seña de sonido es una mezcla de crudeza y contundencia, sin perder nunca la claridad de las notas, y en base a ello hemos intentado plasmar en el disco el mismo sonido que en directo.

Podríamos decir que pasamos por un amplio espectro de emociones, odio, dolor, pánico, frustración,… jugando con las temáticas de las que hablamos en el disco, tanto las que van cargadas de nuestros pensamientos como las que nos generan curiosidad.

– Sin duda alguna uno de los puntos fuertes de este trabajo es la producción global del álbum junto a una mayor inquietud por desarrollos más complejos y una gran genialidad compositiva partiendo siempre de nuevos enfoques y alternando cambios de intensidad. ¿Pensáis que ya habéis alcanzado vuestra identidad como banda? ¿Hacia dónde progresan vuestros gustos e influencias musicales?

Creemos que tenemos nuestra identidad, a mayor o menor medida, aunque también sabemos que eso se va desarrollando con el paso de los años y nuevas composiciones. Siempre ha sido nuestra intención buscar nuestra propia identidad, crear un sello único y diferente que nos aleje del resto, no queremos ser una banda más.

Tenemos una línea marcada indicando hacia donde queremos ir, con un claro enfoque de todo lo que nos rodea e influencia, haciendo que cualquier pequeño detalle pase a formar parte de nuestro imperio.

– Este nuevo trabajo ofrece una variedad de registros sonoros que es de agradecer, con influencias directas de las vertientes más extremas del metal, distinguiéndose perfectamente la variedad de matices como consecuencia de haber acertado a la hora de remarcar cada elemento de una manera muy notable. ¿Dónde ha cambiado vuestro sistema de trabajo interno? ¿Habéis tenido una actitud abierta a la hora de probar cosas nuevas?

Más que cambiar, hemos ido puliendo el método de trabajo, organizando mejor las tareas, estructurando mejor las composiciones sin dejar de buscar el no estar encajados en el mismo patrón.

Pero algo que no ha cambiado es que nunca nos hemos cerrado a nada que nos pueda gustar, hay demasiadas cosas buenas ahí fuera como para no explorarlas. Nunca sabes de donde puede llegar una fuente de inspiración nueva.


– Otro de los aspectos que llaman la atención son las melodías de los estribillos. No sé si habéis hecho especial hincapié en ello para que quedaran bien trabajadas o si ha sido algo espontáneo…

Salvo un par de casos puntuales que hubo un poco de trabajo extra, realmente son estribillos totalmente espontáneos. Volvemos al punto de antes, todo va según nos lo pida la canción, así que eso facilita la naturalidad de la composición.

– El disco ha sido grabado en Chromaticity Studios por Pedro J. Monge Contarnos brevemente cómo ha discurrido la misma, da la sensación de que hay bastante partes grabadas en directo, buscando un sonido lo más parecido a como sonáis sobre un escenario…

Esa era nuestra intención, demostrar en el disco como sonamos en directo, sin trampa ni cartón.

Y a la hora de entrar a estudio con Pedro todo fue a las mil maravillas, le mostramos el Ep que habíamos autoeditado, hablamos de influencias, equipo,… y rápidamente nos caló por donde queríamos ir. Después de un par de ediciones de prueba, encontramos la mezcla de sonido que buscábamos, lo pulimos y este ha sido el resultado.

– Al escuchar temas como “Panic & Pain», «Strange Saviours» y «Wasted Your Time», uno se encuentra con unos sonidos más duros, más contundencia y un reforzamiento en agresividad vocal y potencia rítmica, con guiños puntuales a diversos géneros bajo un sonido contemporáneo y reacio a las etiquetas. A nivel de solvencia técnica os veo mejor que nunca, ¿ha sido un desarrollo natural en vuestras habilidades u os habéis propuesto a base de dedicación mejorar cada uno en vuestra parcela?

Exacto, ha sido a base de meterle horas y trabajo duro, de darle muchas vueltas y buscar siempre la inspiración, porque el estancamiento está a la orden del día a veces llega y hay que lidiar con ello. Hay que saber cuál es el mejor momento para aprovecharlo, avanzar y mejorar. 

Aunque hayas nacido con un don «que no es nuestro caso» hay que trabajarlo y aún así siempre puedes mejorar en lo que haces.


– Es tan importante no desviarse de tu propio camino como a la vez intentar avanzar y no anclarse en el mismo. ¿De qué forma va a quedar reflejada la experiencia acumulada en este trabajo?

La primera forma de notarlo va a ser con el propio disco, se nota el salto de calidad, la seriedad con la que nos los hemos tomado, la forma en la que está trabajado. Luego está el salto a nivel individual, se nota que todos nos hemos centrado al mismo nivel de cara al grupo para poder ofrecer lo mejor de nosotros mismos para crecer como banda.

– Otro detalle a destacar es que habéis sido capaces de canalizar mucho mejor todos vuestros sentimientos de rabia en las letras. ¿Qué clase de tópicos son los que abordan vuestras canciones? ¿Sois de los que piensan que hay que destruir este mundo tal y como lo conocemos para arreglarlo?

Si, si analizas nuestras letras verás que por ahí van los tiros. Como decimos siempre, «hablamos de lo que nos cabrea», la sociedad, como funciona el sistema, injusticias, religiones, ciertas ideologías, hipocresía, guerras…

También hay algunas canciones que hablan de estados de ánimo, no muy alegres por cierto jejeje, hechos históricos o ufología por ejemplo.

Normalmente sobre lo que hemos visto y vemos a nuestro alrededor, como no podemos destruir el mundo así como así, que mejor arma que unas canciones violentas.


– Respecto a la portada veo que está vez habéis preferido un arte mucho más impactante y acorde con la música ¿De qué manera están los conceptos implícitos en la misma?

Elegimos este estilo por el dinamismo que permite una ilustración, de esta forma pudimos desarrollar nuestra creatividad de una forma en la que una imagen realista no hubiese podido.

Nuestra intención era la de crear un artwork en consonancia con los temas, queríamos que todo el trabajo fuese un conjunto, que la gente pudiese intuir que iba a escuchar con tan solo ver la portada.

Los colores agresivos, la armonía de color, los contrastes, la composición… es un reflejo de lo que te vas a encontrar en el álbum. Riffs agresivos, armonías, contrastes entre solos y ritmos…

– Actualmente hay muchos grupos que saturan sus trabajos con exceso de producción de forma que oculta o disfraza la falta de creatividad. ¿Cuál es vuestra opinión al respecto?

Ahí, para gustos los colores, cada uno es libre de hacer la música como le parezca, al final el es público el que dice si le gusta o no. Nosotros tenemos nuestro concepto y es el que defendemos, cada cual que haga su camino como quiera o pueda.

– Vivimos en una época donde la tecnología juega un papel importante. Grabar un disco está al alcance de cualquiera, con lo que ocasiona es que haya un exceso de bandas e incluso muchas de ellas no ofrecen casi nada nuevo. ¿Cuál es vuestra opinión de los nuevos tiempos en la música? ¿Cómo valoráis el momento que os ha tocado vivir como banda?

Es como todo, tiene sus pros y sus contras.

Como has dicho antes cualquiera puede grabar un disco y así pudimos arrancar como banda en su día grabándonos y editando nuestro EP anterior «Silence is Violence».

Pero también es muy difícil subsistir en estos tiempos y con algunas de las nuevas tecnologías, por ejemplo ya no se compran tantos discos como en los 80′ o 90′ incluso principios de los dos mil, también al haber más bandas es más difícil de que te tengan en cuenta para conciertos e incluso se molesten en escucharte y conocerte.

Pero también es más fácil llegar a cualquier parte del mundo con Internet y las plataformas digitales, las gestiones son más rápidas etc., resumiendo estos tiempos tienen sus cosas buenas y sobre todo malas.


– ¿Creéis que la originalidad en nuestro país está mal reconocida en el sentido de que la gente se ha acostumbrado a cosas simples y tiene el oído demasiado cerrado?

Pues uno de los problemas en cuanto a esto son las etiquetas, hoy día parece que tienes que ser algo en concreto, un thrasher, un heavy, un metalcore o pertenecer a un círculo en concreto. Ese rollo nunca nos ha gustado, siempre hemos preferido ser nosotros mismos y no pertenecer a nada.

Como hemos dicho antes no nos van esos rollos, queremos hacer música y no ser igual que el resto.

Y ahí creemos que es la clave para empezar a buscar esa originalidad y creatividad.

Pero sí, a veces parece que el público no está abierto a más y hay muchas bandas originales que no tienen esa apreciación por parte de la gente como lo puede tener cualquier banda de un sólo género.

La escena estatal también esta complicada, o tienes «amigos» o puede que no hagas nada con tu vida.

– Todo el mundo dice que la cultura musical está de capa caída ¿Cuáles serían a vuestro entender las posibles soluciones?

Razón no les falta, y más después de la pandemia.

Las posibles soluciones una de ellas sería que las instituciones apostaran más por las bandas locales, tenerlas más en cuenta para las fiestas, más subvenciones a la cultura y en este caso a la música para poder facilitar los gastos de inversión que necesita una banda, como grabar un disco, sesiones de fotos, editar, alquilar salas etc.

Montar más veces al año y en más lugares lo que han hecho en Barakaldo el mes pasado por ejemplo, un mes de conciertos gratuitos los fines de semana por diferentes barrios y con grupos locales.

No sólo en la música, en el arte en general debería de haber más implicación para que todo fluya mejor a los artistas y al público que disfruta de esto.

– ¿Cuáles son vuestros planes de cara al futuro más inmediato?

Pues ahora mismo tocar, girar, poder mostrar lo máximo posible nuestra música en directo.

Estamos muy metidos en eso, en buscar conciertos, pero también estamos trabajando en nuevos temas.

Queremos centrarnos bastante en la composición de nuevas canciones para poder trabajar en un nuevo disco en un futuro no muy lejano.

Pero la prioridad ahora es tocar en directo, tenemos un disco recién sacado y hay que mostrarlo, para eso estamos en una banda, para quemar escenarios.

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