Se puede no inventar nada y sin embargo ser original en la búsqueda de una propia fórmula. La versatilidad es una constante en los bizkainos Frakture, una personalidad bien definida en distorsiones crudas y elementos rítmicos que evocan al thrash de los 90, supeditado ello a conformar una perfecta conjugación entre actitud y agresividad para lograr alcanzar un tono orgánico y visceral. La entrada de su nuevo vocalista Ivan ha impulsado una mejora considerable en consistencia y dinamismo, un sonido mucho más compacto y explosivo, de absoluta crudeza, sin añadidos de ningún tipo, con una marca propia a la vez que tradicional.
Tanto Frakture como Sanngre se dejaron la piel en un Kafe Antzokia (Bilbao) con una asistencia de público bastante buena pese a ser un día laborable (jueves) y viendo que no corren buenos tiempos para la música en vivo debido a la inflación que sigue haciendo mella en la economía familiar, perjudicando a la cultura y al ocio en general. Frakture hizo valer su experiencia y arrolladora destreza, entrando a saco en la descarga y no bajando el ritmo en ningún momento, composiciones técnicamente muy trabajadas, con marcados ritmos y una línea agresiva y muy versátil, amoldándose a diferentes intensidades en cada corte dentro de un fertil terreno thrasher, con un ligero acercamiento a su concepción más actual en «Antzietatea», «Ez Dugu Ahaztuko», «Eleberri Berria» y «Stop Ablación», acorde con el mensaje que pretenden trasmitir a través de ellos.
Sonido corrosivo, de pegada muy fuerte, con un muy buen entendimiento entre ellos, derrochando rabia constantemente y alcanzando un profundo sentimiento de furia e indignación en «Zu Zeu», «La Purga» y «Fuckin Bastards», un pleno control en desarrollos frenéticos y una mayor expresividad en su ejecución, invitando a los dos vocalistas de Sanngre a colaborar en un tremendo homenaje a una de las bandas que dejaron huella en su época y que han anunciado hace poco su regreso, Anarko, con el tema «Obligación», bajo un contexto mucho más salvaje y desatado, dejando posteriormente para la traca final temas muchos más crudos como «Narzisista y Frakture», sin límite en actitud y agresividad, evidenciando que nada tienen que envidiar a grupos de afinidad estilística.