¡Autenticidad para combatir tiempos difíciles!
La base del rock siempre se ha cernido en la actitud, el sentir el ritmo en las venas y vivirlo sin límite, marcadas bases rítmicas, una amplia gama de recursos guitarreros, buen rollo y clásica tradición rockera. Los irundarras The Inductions son leales a ese sentir musical, con puentes guitarreros muy elaborados para dar empaste y sentido a cada pasaje rítmico. Un buen refugio en tiempos confusos. Una banda de constancia y trayectoria, con las ideas muy claras sobre el estilo que quieren plasmar, un despliegue de high energy como pocos saben hacer, con muchas agallas y personalidad, creciendo en cuanto a sonido y empaque en cada nuevo lanzamiento.
Tras casi tres años alejados de los escenarios a causa de la dichosa aparición repentina de una pandemia que paralizó el mundo, han regresado a la actividad con más ganas que nunca, presentando un EP «Serial Killer Dance», el cual se disfruta por si solo, canciones que entran de una manera muy directa y que te invitan a mover la cabeza de manera casi inconsciente, de guitarras plenas de libertad, captando la raíz del rock escandinavo de los 90 (Gluecifer, The Hellacopters y Turbonegro); como un bloque infranqueable, volviendo a vivir la música con verdadera pasión en aquellos lugares donde está permitido tocar en eléctrico.
La banda fue una autentica explosión en el primer concierto de presentación de su nuevo trabajo, en una casi abarrotada Psilocybenea Aretoa (Hondarribia, Gipuzkoa), atrapando a todo el público presente de una manera rápida en «I Feel All Right», «Fast Food» , «Serial Killer Dance» y «Hi Fi Councils», con todas sus virtudes en plena ebullición, resultando visualmente muy sobrios, una versatilidad tan plena de destreza como de fluidez, destacando la fabulosa conexión entre Mikel, Pablo y Txus en las facetas vocales. «Back In Town» y «November 13 th» les metió de lleno en la actuación, donde instrumental y vocalmente la banda dio el todo por el todo, transmitiendo plenamente esencia, estilo y actitud en una fase de conexión impecable con el público, alternando temas de cada una de sus discos «Brother Wolf», «The Reason», «Say It Now» y «7 Days 7 Nights», incrementando las buenas sensaciones dejadas en giras pasadas.
Una actuación que fue bordada en lo musical de principio a fin, transmitiendo con cada movimiento y dominando lo que es una actuación vibrante, y pese a contar con algún problemilla técnico en el tramo final, obligando ello a tener que repetir en los bises su emblemático tema «Nobody Knows», a modo de agradecimiento por la comprensión y aguante por los fallos cometidos en la primera ejecución del mismo.