sábado, 23 noviembre, 2024
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Es un hecho de sobra constatado el alto poder de convocatoria que atesoran las propuestas musicales metaleras con chica al frente, dominando de una manera prácticamente perfecta la conjunción de partes agresivas y limpias a nivel vocal, y sabiendo acrecentar su sonido con elementos más actuales y técnicos. Los moldavos Infected Rain han sabido encontrar la tecla adecuada para ir progresando en sus estructuras y ejecución, modulando diferentes grados de tensión, usando matices diferentes en variedad rítmica y contundencia metalera, con mucho orden a la hora de exponer esas ideas, y optando por un sonido sin apenas artificios en la búsqueda de ese reconocimiento merecido a nivel internacional, evitando cualquier influencia evidente de bandas concretas en su estilo. Una formación que sobre un escenario se desenvuelve con suma grandiosidad y extraordinaria versatilidad en sus movimientos, interpretando composiciones con la suficiente complejidad bajo unas desviaciones muy dispares, donde la intensidad instrumental se acopla a la de la propia voz. Unos magníficos recursos que volvieron a dejar de manifiesto en su segunda visita por tierras vascas.

La velada arrancaba a cargo de Ancient Settlers, una banda de venezolanos afincados por diferentes lugares de Europa, que sorprendieron con una propuesta contundente, la cual lleva implícito en su germen influencias notables del death metal sueco, y donde juga un papel importante la voz de su vocalista Génesis Farias (Vile Hex) que se desgarra y transmite muchísimo. Estuvieron sobrios y seguros, jugando muy bien con los cambios de tempo y ofreciendo condimentos muy distintos en unos ritmos que se sintieron bien vivos y orgánicos, manteniendo los músicos unas constantes vitales altas en “Jotnar Magick”, “Die Around Me” “Cast In Gold” y “Cerements, sin perder un ápice de solidez en espléndidos pasajes limpios y penetrantes.

En estos tiempos modernos es una delicia encontrarse con formaciones que no atienden a los cánones tradicionales en el estilo que practican. Los italianos 5RAND supieron marcar la diferencia con sus predecesores a cargo de detalles instrumentales de cierta aura rupturista, recreándose con las sonoridades, y poniendo el listón de calidad en lo más alto como consecuencia de saber manejar sus influencias con gran destreza y ofreciendo una brillante combinación de voces agresivas y melódicas dentro de un estilo de death metal melódico muy bien definido en intensidad emocional. Una dualidad de fuerza y sensibilidad que se hizo patente en cortes como «Embrace The Fury», «Preachers Of Lies», «Paint Of Pain», «Cold Deception», «Erase», dejando buena huella en el oyente con interludios guitarreros perfectamente pensados para crear la envoltura necesaria y una gran pegada rítmica capaz de desatar gratas sensaciones y emociones fluctuantes. Una modo muy atrayente en versatilidad y originalidad, dejándonos en el éxtasis final un recuerdo imborrable, la internada entre la concurrencia de su vocalista Julia Elenoir, provocando un gran pogo a cargo de una interpretación muy pasional de “Cordyceps”. Una consistencia que les reafirma con una apariencia mucho más consistente.

La ambición acompañada de un gran alarde de técnica en saber acoplar cada elemento (el ritmo, la melodía, la armonía y los matices) en el sitio adecuado, es el factor importante para cualquier banda que aspira a llegar bien lejos en su carrera musical. Los moldavos Infected Rain continúan creciendo en cada nuevo trabajo, abriendo el espectro a las emociones, no copiando los esquemas de nadie y despachándose a gusto en cada descarga. Una confianza en si mismos con una alternancia de registros agresivos y melódicos en estructuras que se prestan a los cambios de ritmo, a través de solidos argumentos y sorprendentes recursos en capacidad de transmisiónsobre unas tarimas. En la sala Groove (Portugalete) la formación realizó un concierto in crescendo y milimetrado para mantener en todo momento la intensidad, ofreciendo brillantes contrastes y no dejando recaer todo el peso en la figura de su vocalista Lena Scisshorhands, dando rienda suelta a la fluidez inmediata de una manera impecable en «Pendulum», «Black Gold», «The Earth Mantra» y «Postmortem Pt. 1», con la personalidad de su vocalista tan impresa en sus movimientos y acrecentando la diferenciación entre las partes agresivas y melódicas a nivel vocal.

Una banda que derrocha pasión y que en la actualidad esta aportando algo distinto a la poblada escena de metal contemporaneo, muy al estilo de Jinjer y In This Moment, transcediendo fronteras de todo tipo y aportando los suficientes contrastes y destellos de calidad para que sus actuaciones sean vividas en plena magnitud. La brillantez en los lazos guitarreros y los ritmos dinámicos de «The Earth Mantra» fue cautivadora, pero la entrega en «Passerby » y «Fighter» cobró una mayor dimensión, trasmitiendo los músicos dosis altas de emoción en movimientos escénicos, sin mermar ello en ofrecer un gran trabajo rítmico, gran contundencia en los riffs y ese punto óptimo de agresividad vocal. Plena entrega en su forma de expresar sus emociones durante el tramo final, cócteles explosivos a cargo de «Orphan Soul», «Fool The Gravity» y «Sweet, Sweet Lies», albergando gran agilidad en los ritmos y versatilidad en el juego de voces. Un cúmulo de sentimientos enmarcados perfectamente dentro de un estilo muy bien definido, consolidado y con tintes de madurez, dejando constancia de su gran potencial actual, sin nigún miramiento.