sábado, 23 noviembre, 2024
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La identidad se perfila como un valor importante para todo aquel festival que pretenda consolidarse y tener una continuidad año tras año, ya que cuanto más profundamente arraigada se halle, mayor grado de aceptación y pertenencia habrá por parte de los demás. Desde hace varias ediciones el Repe Rock se ha convertido en punto de encuentro y en una gran cita para disfrutar en hermandad y muy buen rollo. Un festival con una marcada identidad propia, impulsada por un colectivo de personas (Pikotos Elkartea) con unos valores destacables y de suma relevancia (honestidad, tolerancia, solidaridad, respeto y generosidad), no guiándose por las modas ni usando la música exclusivamente como vía de negocio. Un rasgo distintivo que volvió a quedar de manifiesto a la hora de potenciar y servir como escaparate a las bandas emergentes, dando la oportunidad este año a Kalêroa y Chuleria, Joder!; y abogando por géneros musicales que siguen resistiendo después de muchas generaciones con la misma rebeldía e irreverencia, el punk y el rock.

La séptima edición del festival salió a la perfección, con una implicación absoluta por parte de los organizadores como del público asistente, teniendo el honor de abrirlo los jovenzuelos Kalêroa, que cumplieron con creces su función de calentar el ambiente a cargo de versiones de AC/DC, Platero y Tú, Siniestro Total, The Cranberries, Eskorbuto y Rage Against The Machine, contando con la participación estelar de Iñaki Setién (Parabellum) en su homenaje a Extremoduro en «Ama, Ama, Ama y Ensancha El Alma», derrochando mucha ilusión y valentía en la presentación en primicia de su primera composición propia.

Con tremenda ilusión salieron Chuleria, Joder!, no rehuyendo de sus influencias y siguiendo la línea musical exhibida por su vocalista Iratxe en la desaparecida banda Desorden, con alicientes que les hacen ir un poco más allá de lo tradicional en el punk, ofreciendo un concierto de lo más entregado, no atendiendo a un estándar compositivo y con la sinceridad de quien cree en lo que hace. Un estilo directo que saben moldear de manera muy natural bajo un carácter más que curtido, desenfada y alocada actitud en «Tus Amigos», «Última Hora», «Unidos» y «Hacer Algo», sin reservas de ningún tipo, en constante efervescencia para paladares que no tienen muchos remilgos.

Sudor, decibelios y actitud. Los bilbaínos Negracalavera fueron a tiro hecho, arrastrando a un público sediento de adrenalina y sudor, guitarras cortantes de herencia escandinava (The Hellacopters, Gluecifer y Turbonegro), trepidantes ritmos y un portento de honestidad entendida como libertad de mostrarse tal y como es uno mismo. Un grupo sin comparación alguna cuando se sube a un escenario, imposible de describir con palabras, mucha calidad y mucha pasión, haciendo pasar un rato agradable a todos los presentes, repartiendo pildorazos de eléctrico high energy con “Espérame En El coche”, «¿Quién sigue al idiota?» o «Atraco a las 12:00», entrando en aspectos mucho más sentidos en comunión con la concurrencia, patrones rítmicos que enganchan sin remisión y una capacidad de meter adrenalina en el cuerpo a cargo de detalles técnicos de gran nivel en «Navajazos», «Ven Policía, Ven», “Dios Te Odia”, “Negracalavera”, “Saltar del Tren”, «En el Punto de Encuentro» y «Lágrimas» , con un trato compositivo excelente y una ejecución igualmente extraordinaria. Bordaron un concierto enérgico, con la grata sorpresa de dar a conocer una de sus nuevas composiciones, siempre en actitud descarada y sin perder intensidad en ningún momento, reivindicando la autenticidad de su propuesta.

Ningún grupo exprimió tan bien su tiempo como lo hicieron Rat-Zinger, una de las apuestas más solidas de la escena estatal. Una natural actitud sobre las tablas, buscando la contundencia sonora de forma abismal, sin ninguna fisura en su sonido, yendo más allá de la rabia expresada en sus incisivas letras. Una descarga de envergadura en cuanto a profesionalidad, actitud y arrollador sonido, escupiendo ira en cada detonación, no dejando de lado su esencia más devastadora como parte de su ser, escapando de convencionalismos en «No Queda nadie En Pie», «No Habrá Piedad Para Nadie», «L.E.Y», «En La Cámara De Gas», «Patria» y «Apártate», dejándose llevar por su propia forma de expresión, punzadas dolientes y recados para aquellos poderes y gobiernos que dominan el nuevo orden mundial. La huella dejada por Javi Puñales está siendo bien cubierta por los fenomenales capacidades técnicas a las cuatro cuerdas de Dann Hoyos, con una agilidad salvaje y amplitud mastodóntica. Su compenetración con el resto de integrantes de la banda y avidez por cumplir su cometido no dejó a nadie indiferente.

Cortes marcados por un punto muy alto de intensidad, cogiendo una línea más directa en «Muerte A La Máquina», Larga vida Al Infierno”, “9 Milímetros” y «Muerte Al Violador», pisando un poco más el acelerador en un tramo final trepidante, con el listón de la distorsión en lo más alto, «Mi Navaja» (versión de Quemando Ruedas), «Toda Forma De Poder», “Rock ‘n’ Roll Para Hijos De Perra”, «Santa Calavera», “Teneis Speed?” e «Indestructibles», transmitiendo un torrente de potencia sonora brutal y una fortaleza basada en una voluntad indomable. Una incuestionable demostración de poderío elevado a nivel sonoro junto a una expresión de contundencia ejecutada de manera formidable.

Los catalanes The Capaces tuvieron que esforzarse al máximo para conseguir salir airosos a altas horas de la noche. Su vocalista Martillo dio todo lo que tenía tanto en el aspecto vocal como espectáculo visual, sonando compactos al máximo, demostrando un buen engranaje en el plano técnico, unas guitarras y unas voces completamente vivas y ágiles, con diferentes derivaciones para llevarnos por tesituras de alta energía en «All That Is», «Out Of My Head», «Black Dahlias», «Monsters», «Sudden Burst», «Danger» y «Primitive», bajo una gran amplitud estilística y recursos en cuanto a elaboración y variedad rítmica, mostrando esa característica distorsión que sigue resultando adictiva.

El cansancio acumulado de haberme levantado a trabajar a las cinco de mañana hizo imposible que pudiera aguantar hasta el final, optando por una retirada a tiempo. Pido disculpas a la banda canaria Akelarre por no dejar constancia de su actuación.