viernes, 22 noviembre, 2024
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Hay bandas destinadas a dominar la nueva ola de rock nacional, con capacidad para romper los márgenes musicales entre estilos y una alta transmisión de poder sonoro, cumpliendo con todas las reglas imprescindibles para un ejercicio adrenalínico, desbordante actitud, entretenimiento y mucho sudor. Los riojanos Tobogán atesoran una química especial en descaro, mucha vitalidad rítmica y una naturalidad que atrapa los sentidos, haciendo rock a su manera, con ciertos dejes muy diversos y abarcando todas las sensaciones posibles, sembrando puro sentimiento en voces e instrumentación.

En vivo el cuarteto desborda explosividad mediante una instrumentación directa y con mucho mordiente, sorprendiendo con la gran versatilidad vocal y frenética actitud de su vocalista Daniel Pérez, con grandes cualidades para ser una estrella del rock, mucho desparpajo a la hora de hacer disfrutar al personal. En las fiestas de San Inazio (Bilbao) manifestaron un crecimiento en solvencia y una gran evolución hacia diferentes derroteros, insuflando mucha energía y fuerte pegada a nivel sonoro en la búsqueda del despertar de inquietudes, una fuerte actitud y carácter en temas como «Vuelve A Llamarnos», «Nadie Contesta», «Apuesta Contra Todos», «Vimos Arder El Mundo», «Lealtad» y «Barato», donde las bases rítmicas cobraron mucha fuerza y las voces se encendieron al máximo.

Un directo impactante, acorde con sus propias composiciones, expresando sin tapujos sus emociones, para ir creciendo en intensidad y buen rollo contagioso, una transmisión muy espontánea, con una voz cargada de rabia y una batería repartiendo estopa a troche y moche en «Medicando Costumbre» y «Mamá Tiene Una Pistola», dejando la puerta abierta a un final muy sentido y de buen hacer en libertad creativa, escarbando en tesituras mas personales y mantiene esa frescura canalla tan particular en la interpretación de «Alta Fidelidad» y «Balas de Plata», todo ello bajo una personalidad que sus seguidores saben reconocer bien.