viernes, 22 noviembre, 2024
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Una ambición bien canalizada puede transformar cualquier desafío en éxito asegurado. Los madrileños Celtian han sabido como perfilar su camino a la cima de la popularidad con constancia, sacrificio y una gran fe en sus posibilidades, demostrando un entendimiento perfecto entre ellos y exponiendo unas señas de identidad genuinas, con un sobresaliente trabajo elaborado en el plano instrumental y uno brillantes matices distintivos en el plano vocal, siendo todo un ejemplo para quien pretenda dedicarse profesionalmente a la música. La banda posee una gran calidad individual de una manera muy fluida y con amplio margen de mejora, sabiendo buscar versatilidad y dinamismo en las melodías y una tendencia predilecta a los sonidos folk tradicionales con violiones, flautas traveseras, whistles y gaitas irlandesas.

Entregados y encantados de estar de nuevo en Bilbao, la banda madrileña demostró nuevamente una vibrante pasión en vivo y una cercanía con todos los presentes, presentando algunos de los temas de su cuarto trabajo «Secretos de Amor y Muerte» junto a emblemáticas canciones de su sensacional trayectoria musical, sin perder la fidelidad a sus grandes influencias, demostrando un crecimiento impresionante como músicos y reclamando por derecho propio el lograr un éxito mayor a largo plazo.

Se vieron sorprendidos con un recibimiento muy agradecido por parte de los asistentes, comenzando muy expresivos y pasionales, guiados por la gran maestría y personalidad en el apartado vocal de la carismática Xana Lavey en «La Profecía», dejando de manifiesto su crecimiento sonoro en solos de guitarra, orquestaciones y transacciones bien complejas en bases folk, alternadas ellas con destreza e ingenio, dando inicio a un viaje lleno de aventuras y de emociones, sin excesivo espacio para el lucimiento personal de alguno de ellos, siempre todos los músicos al servicio del conjunto, sacando a relucir su vertiente más sinfónica en «Sueños De Cristal», «El Solsticio De Driade», «Magia de Luna» y «Nueva Era», con destellos brillantes que reclamaron toda la atención por parte del público.

«Sendas de Leyenda», «Tu Hechizo», «Maleficio de Sangre», «Camino En La Tempestad» y «Niamh» mantuvieron el espíritu festivo, buenas melodías y estribillos tan emotivos como coreables, aportando Sergio Culebras, Txus Borao y Diego Palacio mucha diversidad de matices con sus instrumentos, manteniendo encendida la llama en lo más alto, llegando posteriormente a un tramo de mayor calidad y buenas canciones, dejando la sensación de que han dado un paso al frente en su carrera con su nuevo disco, sin perder nunca el buen rollo y la cercanía, invitando su vocalista Xana Lavey a hacerse con el libro que ha escrito ella, el cual cuenta la historia de un pueblo maldito a causa de la ira y el despecho de una poderosa Meiga a causa de un amor infiel, y del viaje de un joven trovador que, junto a su peculiar instrumento, es el elegido para acabar con la maldición, y que está incluido exclusivamente en el libreto que acompaña tanto al CD como al Vinilo, dando paso a un interpretación exquisita por parte de ella en «Caricia Mordaz», dejando boquiabiertos a la amplia mayoría por su increíble combinación de voces melódicas y agresivas; y buscando una delicadeza mayor con esa voz femenina en «Oh Catarina», experimentado con nuevos registros.

Un torrente de vitalidad y pura naturalidad en trazados muy directos, basados en la tradición de su estilo, es lo que se pudo degustar en el tramo final con «El Hijo Del Ayer», «Serena» y «En Tierra De Hadas», mucho más allá de los habituales ritmos festivos, creando paisajes y generando emociones intensas y duraderas desde tendencias mucho más melódicas y con aspectos completamente vanguardistas, ornamentos precisos junto a una plena actitud y capacidad para convencer a cualquiera.