sábado, 23 noviembre, 2024
Banner Content

El rock and roll es mucho más que un género musical, es un asunto de actitud pero en ocasiones nos quedamos cegados ante ciertos productos de marketing, no apreciando como deberíamos a aquellos que destilan con franqueza, irreverencia pura y sabiduría rock por los cuatro costados, altas dosis de furor, pasión rockera y emoción desbordante. Los genuinos rockeros tienen una idiosincrasia que los distinguen de aquellos farsantes, equilibrando tradición rockera con alma callejera, a base de opulentos alardes guitarreros y voz chillona y retumbante.

Muchas veces no topamos con bandas que no logran plasmar en vivo todo ese talento reflejado en sus discos, pecando de poca experiencia y soltura. Muy rara vez encontramos a formaciones que demuestran una grandeza inusitada, de la cabeza a los pies, como si hubieran nacido con un especie de don, para ser unas verdaderas estrellas y convertirse con el paso del tiempo en unas autenticas leyendas. Los norteamericanos Nashville Pussy demuestran actitud sobre un escenario, de la cabeza a los pies, un despliegue voluminoso de entusiasmo y mucha energía de compartir su rock and roll, con momentos de gran vitalidad, poderoso brío rítmico y un sinfín de poses rockeras en melodías atestadas de guitarras vigorosas, buenas vibraciones y complicidad, llevando al máximo exponente las enseñanzas de los viejos dinosaurios del rock, un torrente de emociones incontrolables.

Con la velocidad del rayo se merendaron un repertorio generoso, recurriendo constantemente a la bifurcación de sus fornidas guitarras en furiosos interludios guitarreros que nunca dieron síntomas de futilidad o poca definición, sino de estar estupendamente adheridos en «Pussy’s Not a Dirty Word», «Piece of Ass», «She’s Got the Drugs», «Come On Come On», «Speed Machine», «High as Hell», «Ain’t Your Business», «You Give Drugs a Bad Name», «Going Down», «Everybody’s Fault but Mine», «Hate and Whiskey», «Pillbilly Blues», «Till the Meat Falls Off the Bone», «Rub It to Death», «Why Why Why» y «Go Motherfucker Go», con una explosiva actitud completamente rockera, estribillos adictivos y una manera muy directa a través de una inagotable gama de recursos.