Cada vez son más las formaciones que deciden volverse a juntar para revivir emociones olvidadas y hurgar en el desván de la memoria de sus seguidores, suscitando unas sensaciones idénticas o muy parecidas a las que eran capaces de desatar hace más de una década. Los riojanos Enblanco no han querido pasar por alto el momento actual de efervescencia musical, de nostalgia desatada e impulso por experimentar sensaciones intensas. Tras varias semanas de duros ensayos juntos, readaptando algunas de sus viejos temas hacia un sonido mucho más actual y con una mayor prestancia en matices y pasión, incorporando nuevas emociones impresas en cada acorde y cada melodía, les llegó el turno de reencontrarse con su público en la nueva edición del festival FestivaliCCOO, el pasado 30 de abril en el aparcamiento del Revellín (Logroño), bajo el lema “Música y Dignidad para la juventud trabajadora”, compartiendo escenario con los valencianos Deaf Devils y el dúo musical aragonés Los Gandules, entre otros.
Aún sin un sonido excesivamente nítido en el arranque de su actuación, fueron capaces de desarrollar de manera muy fluida esa pasión tan especial que les insuflan a canciones como “El Pozo (Agua Venenosa”, “Más Que Nosotros”, “Destruir y Desechar” y “Reloj de Arena”, mostrando un gran nivel instrumental en ejecución , ofreciendo de un modo cristalino su potencial y propia expansión, con ciertos tramos de una capacidad de improvisación destacable, manteniendo una línea coherente, pero prevaleciendo siempre su sello personal de rock-metal que tanto cautiva a sus seguidores.
Un entramado musical que siguió creciendo en intensidad y sentimiento, mostrando los músicos sus mejores cualidades técnicas, con destellos de lucimiento individual y destacando en particular su vocalista Enrique Cabezón, quien estuvo muy comunicativo, animando al personal y trasmitiendo sensaciones con sus impresionantes tesituras vocales e impulsos emocionales en “Suena a Despedida”, “Días Como Cuchillas de Afeitar” y “Una Canción de lo Que Hablan Todas las Canciones Siempre”, demostrando que sigue teniendo mucho gancho en directo. Una facultades vocales conservadas en muy buen estado bajo sus singulares características.
El tramo final nos reservaba sorpresas de vibrante destello metálico, su nueva versión del tema “Panóptico” y “En Guerra”, dando con creces el do de pecho, sacando a relucir todos sus recursos, ofreciendo diferentes tesituras, variedad y con absoluta destreza remarcando las melodías, enganchando sin remisión, ganándose los corazones de los asistentes a pesar de percibirse en ciertos tramos que no están del todo rodados. No obstante, el ímpetu por transmitir sigue manteniéndose tan real como siempre, una buena conjunción de actitud, pasión y buenas canciones.