Aunque hay numerosas formas de abrirse camino en el mundo de la música, quizás la más acertada es el ir perfeccionando con mucha concordancia todas las habilidades para poder asi encontrar facilmente una propia identidad, cohesionando los elementos con total precisión e ir ofreciendo destellos compositivos muy brillantes, avanzando en mayor riqueza y madurez. Un salto cualitativo importante es el que han dado los gasteiztarras Herra con su último trabajo de larga duración “Zazpi”, apostando por un estilo más contemporáneo, una alternancia mayor en recursos y elaboración, sin perder nunca el hilo de lo que pretenden transmitir, abordando los siete pecados capitales de una manera única, a través del complejo mundo de la salud mental, con una contundencia netamente metalera, sacando una descomunal potencia rítmica, espontaneidad en destellos musicales de lo más diversos y con contrastes vocales que contribuyan a enriquecer su propuesta musical, afianzado una personalidad mayor. Un extra de perfeccionamiento en el cúmulo de sentimientos bajo unos revestimientos modernos en grosor rítmico, remarcando una perfecta unión entre melodía y agresividad; y asentando una carrera de lo más interesante.
Los que han podido verles en directo en incontables ocasiones seguramente se habrán ido dando cuenta de la gran evolución que están experimentando en cuanto a madurez y técnica a la hora de interpretar sus composiciones en vivo. En la primera edición del Irrintzi Fest la formación vasca ofreció un intenso concierto, exponiendo todo lo mejor de su arsenal, agilidad para moverse por estructuras complejas, sacando a relucir toda su explosividad habitual en base a una perfecta mezcla de intensidades y elementos diferenciadores de forma natural, conjugando unos ocurrentes lazos guitareros y unos destellos musicales de lo más diversos en temas de excelente ejecución como fueron “Harro”, “Duinatasunez”, “Zoriontasuna Erosten” y “Errealitate Deformatua”, modulando los diferentes grados de potencia y exaltación, buscando generar conciencia, romper estigmas y tender una mano a quienes sienten que están sol@s en su lucha contra la depresión y la ansiedad.
En su repertorio no faltaron sus recientes singles “Ehuneko Hamaika” y “40 Segundu”, primando una instrumentación llena de cambios de ritmo, con intrincados pasajes y contrastes, junto a sólidos matices vocales, prevaleciendo la contundencia en todo caso. Un trabajo pulido de metal contemporáneo, de alta capacidad de transmisión en la figura de su vocalista Hodei, quien es capaz de desatar todo tipo de sensaciones con una impecable alternancia de registros vocales agresivos y mucha explosividad escénica, hasta tal punto que no duda en echar coraje para internarse entre la multitud a fin de incitar a un salvajismo puro.
Su actuación fue letal de principio a fin, dando una fuerza tremenda en la ejecución de “Arima Hauskorra”, “Flashback”, “Lainoak Biotzean” y “Gizagaldua”, con destellos de una originalidad que han slogrado encauzar con mucho criterio, haciendo las delicias de los aficionados al metal más agresivo. Un tramo verdaderamente intenso, sin anclarse en unos postulados, buscando siempre un estilo constituido bajo su manera de entender el metal.