Nos pasamos la vida persiguiendo sueños materiales y construyendo sueños para lograr alcanzar un estado total de plenitud, invirtiendo nuestro tiempo y con la ilusión de quien descubre un nuevo mundo lleno de posibilidades, no obstante, la mayor satisfacción es saber que lo diste todo por ello. Seis años les ha costado a SUGAAR Musika Elkartea el poder materializar su ilusión de llevar a cabo una festival de música gratuito (Koba Live) en su localidad (Abadiño) y al nivel de los festivales de metal más queridos de nuestro país, con la ayuda indispensable de la concejala de Cultura y Juventud, Argi Abad, y después de pasar por todos los duros trámites. Una primera edición que superó todas las expectativas, pasando su estreno con nota bien alta gracias a lo bien que estuvo organizado, unas instalaciones óptimas para el disfrute, incluso carpa para resguardarse en caso de lluvia, y un trato amable a la hora de atender al público en la barra, sin olvidar de mencionar, el extraordinario equipo de sonido que dispusieron, lo que hizo que todas las bandas pudieran presentar sus propuestas musicales con absoluta eficacia y brillantez. La única pega que se le podría poner como mejora, es que no se cumplieran con los horarios fijados de antemano en lo referente a las actuaciones, acumulándose una retraso considerable en las últimas bandas en actuar. Esperemos que en las siguientes ediciones lo sepan solventar de un modo eficiente.
Los legazpiarras Elbereth son un buen ejemplo de lucha y tesón, creyendo en su música por encima de todo, conservando una buena dosis de imaginación y libre personalidad que les sigue haciendo interesantes. Una formación que lleva más de 21 años de andadura y que en directo se crece en contundencia e intensidad con una gran solvencia, exponiendo en el plano instrumental recursos con grandes dosis de imaginación y originalidad, y una calidad técnica increíble, sabiendo transmitir una pasión que en otras formaciones se diluye en medio de tanto individualismo, una capacidad de emocionar que siempre es super valioso en la música. La banda volvió a dejar constancia de su estilo directo, una fabulosa claridad de miras con temas de potente metal contemporáneo («Itzalitako Izarren Lurraldea», «Egin Bedi Nire Nahia», «Nikomedes», «Doinu Ilunak», «Zurekin Amets» , «Gorroto») que entraron de manera muy directa, alcanzándose un punto muy alto de intensidad, emoción y ejecución en el tramo final con «Itzalak Leihoetan» y «Aizkorak Zorrozturik», donde la lluvia hizo acto de presencia.
Los gasteiztarras The Faithless generaron mayor entusiasmo, en parte por esa pasión que le imprimen a sus canciones, la cual es marca indistinguible del grupo. Sonaron bastante bien con composiciones excelentemente construidas y sentidas, ofreciendo diferentes tonalidades en exquisitez, amalgama musical y perfecta ejecución. Plena pasión y libertad en dejar volar su despliegue técnico e imaginativo, proporcionando aún mayor grosor y fuerza a temas como «Sweet Dream», «The Way», «Fear»,»Walk To The End», «Ready, Set, Go!!!» y «Broken Wings In Paradise», conectando con un personal al que supieron convencer con su calidad y la pasión que le imprimen a sus canciones, haciendo gala de una magnifica versatilidad, vibrante ejecución y un trabajo de voz muy notable.
Ningún grupo imprimió tanta intensidad y energía como The Kraven, con sólidos argumentos y sensacionales modos para ello. La formación ha vuelto a la escena musical con nuevo vocalista, Juanmi (Laia, Atlantida), resultando tremendamente impactantes y efectivos, derrochando todo su potencial técnico con absoluta intensidad, fuerza y emoción, dejando impresionado al personal con su calidad. La banda sonó como un cañón, dominando de una manera prácticamente perfecta un metalcore versátil, con una excelente diferenciación entre las partes agresivas y limpias a nivel vocal, transmitiendo emociones muy profundas con ocurrentes lazos guitarreros, detalles de calidad en ritmos dinámicos y un enfoque muy de directo. Una actuación bordada la suya, transmitiendo toda la garra y pasión que poseen temas como «Evolute», «Play For…», «Gizagaiola», «Pull Me Under» y «Heriotza», bajándose su vocalista varias veces entre el público y sorprendiendo con una adaptación del tema de Fear Factory “Self Bias Resistor”, hasta dejarnos con un grandísimo sabor en «Hezigaitza», derrochando unas ganas de comerse el mundo. ¡Una fortaleza titánica!
Los que llevan ya bastante tiempo ganándose centenares de seguidores son Orion Child, que volvieron aparecer en directo con un estilo más desarrollado y a la vez más asentado, mostrando grandes facultades y mucha fluidez vocal al estilo en el que se mueven. Tuvieron un gran sonido en todo el concierto bajo una actitud impecable, percibiéndose una química muy especial sobre el escenario, siendo capaces de arrastrar consigo al personal, ejecutando con precisión temas que no dejan de tener su complejidad «The Arrival Gate», «Fight Beyond The Bane», «Fallen Gods», «Sons Of The Sea» y «Nuclear Horizons», resultando un plato de buen gusto para todo seguidor del power metal oscuro de siempre.
Con una incuestionable clase y categoría, los madrileños Vita Imana volvieron hacer de su espectáculo en vivo algo grandioso, merced a la multitud de posibilidades que ofrecen en una perfecta fusión de sonidos agresivos, mucho groove, ambientes calmados y ritmos tribales. La banda transmitió mucha fuerza e intensidad, encontrando respuesta en una audiencia muy participativa, ofreciendo una diversidad de matices impredecibles con una movilidad contagiosa en «No En Mi Nombre», «Desfiguradas», «Seis Almas», «¡Contraataque!», «Animal», «Oxígeno», «El Mundo A Mi Pies» y «El Duelo», teniendo claro los parámetros por los que quieren moverse, un metal vanguardista con fuertes guitarras, aplastantes bases rítmicas y voces agresivas, cargadas de actitud. No se olvidaron de presentar en primicia «Adversario», el primer single de su próximo disco «VI», grabado en Metropol Studios en los meses de Diciembre 2021 y Febrero 2022, aportando bastantes detalles al desarrollo del tema.
Pese a tocar con un retraso considerable y con menos público de lo esperado, los barakaldeses Vhäldemar pasaron el examen con nota, con alta capacidad de transmisión y gran brillantez en destellos de calidad instrumental y pulidas melodías vocales, proporcionando un desarrollo totalmente congruente con el sentimiento que albergan himnos como “Death To The Wizard”, «Straight To hell”, “Afterlife”, «Bastards», “Old Man” y “Old King Visions VI”. Una banda que se erige como grande indiscutible, ganándose la fidelidad de su público en su máxima expresión, demostrando que hay que tener portentosas facultades para coger el testigo del heavy metal tradicional y dotarle de un nuevo impulso, exhibiendo una categoría muy alta y un rodaje perfecto en piezas que estremecen todo corazón heavy que se precie “Lost World” , Breaking All The Rules” y «Fear», contando con la colaboración del vocalista de Orion Child en “Howling At The Moon”, buscando siempre la interrelación con la audiencia.