Poco a poco vamos saliendo de esa sensación de excepcionalidad por la propagación mundial de una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2 y volviendo a vivir la vida de una modo a la vieja usanza, disfrutando con todo lo bueno que los demás pueden ofrecernos y sintiendo de forma más intensa emociones dejadas de lado, como esa adrenalina que se transmite por la energía que unos músicos irradian sobre un escenario, la cual propaga un sentir de placer y felicidad indescriptible.
Vibrantes actuaciones se vivieron en el primer gran festival de metal post-pandemia, sin contratiempos y con una afluencia de público que llenó prácticamente el Polideportivo de Mendizorrotza (Gasteiz). 4000 personas con ganas de desfogarse y volver a atrás, a una realidad paralela, hermandad, respeto y diversión.
Los madrileños Proudz cumplieron con creces su función de calentar el ambiente, una auténtica institución del hardcore de nuestro país a la hora de promulgar sus reivindicaciones, bases bien construidas y letras certeras en las que se despacharon a gusto, combatiendo contra lo establecido e invitando a despertar ante la realidad. Absoluta convicción y fuerza en constantes incitaciones hacia el público a través de consignas mediáticas “Infierno De Cobardes”, “Tus Propios Demonios”, “Cuando Éramos Soldados”, “Solo Los Fuertes” y “Madriz´83”, mostrándose con calidad ante la oportunidad brindada.
Los bilbaínos Rat-Zinger obtuvieron la recompensa de formar parte del festival a última hora debido a la imposibilidad de actuar de los miembros de Anestesia por haber contraído la Covid-19. Una formación que siempre convence por su predisposición a dar caña sin miramiento, disparando el odio contra unos objetivos en concreto, la iglesia, el fascismo y la represión policial. Dejaron al personal satisfecho con una colección de canciones que ejemplifican su capacidad destructiva, “No Habrá Piedad”,“L.E.Y, “En La Cámara De Gas”, “Patria”, “Larga Vida al Infierno”, “Tu Pasajero”, “Apártate”, “Rock And Roll Para Hijos De Perra”, “¿Tenéis Speed?”, “Santa Calavera”, “Narco Santa” e “Indestructibles”, con una entrega con la que alucinaron a propios y extraños, en parte por la fuerza que imprimió su vocalista Podri, un valor seguro sobre las tablas, mostrándose en conjunto especialmente certeros en unos sorprendentes homenajes a M.C.D con “Bilbao, Mierda, Rock’n’Roll” y Quemando Ruedas con “Mi Navaja”, manteniendo la fuerza de las canciones en lo más alto, desbordando los ritmos y rasgando la voz hasta lo inhumano.
Nueva lección de actitud incuestionable por los albaceteños Angelus Apatrida, que sonaron demoledores y se mostraron plenos de agresividad, entrega y entusiasmo sobre las tablas. Hicieron un show de pura antología, brillante a más no poder, regando el escenario con su altísimo nivel de técnica y calidad, dejando completamente extasiados a sus cientos de seguidores, thrash metal crudo y duro, de tinte muy noventero, de excelente factura y amplitud estilística. Los temas se sucedieron entre riffs de guitarras aplastantes, pero muy versátiles y con la voz agresiva de Guillermo transmitiendo verdadera furia en “Indoctrinate”, “One Of Us”, “Bleed The Crown”, Vomitive”, “Of Me And Tyrants”, “Downfall Of The Nation”, “End Man”, “Serpent’s On Parade”, “Give Em War”, “Sharpen The Guillotine” y “You Are Next”. Una nueva lección de cómo armar la batalla, con plena maestría por diferentes tesituras e impecablemente facturado, sin perder intensidad con orgánicas ráfagas de contundencia rítmica.
Los gasteiztarras Soziedad Alkoholika salieron a reventar al respetable tanto en las formas (luces similares al infierno y ráfagas de humo y fuego) como en la música, una auténtica revolución que se vivió desde las primeras notas de “Polvo En Los Ojos” y “Niebla De Guerra”, con una energía abrumadora, garantizando el poder romperse a gusto el cuello, caña metalera con una raíz tradicional, una pura intensidad expulsada con la mayor fuerza posible en un portento de honestidad y técnica suprema. Atacando seguidamente a injusticias y aspectos que no le gustan de esta sociedad, una evolución coherente hacia el presente con «Dosis de violencia», «Política del miedo» y «Tiempos Oscuros»; y transmitiendo rabia y agresividad de una manera compacta en cada golpe de baqueta y sonoridad metalera en cada riff con una endiablada destreza. No hubo tregua en su actuación, con una colección de canciones que siguen provocando terremotos, “Palomas y Buitres”, “En El Tejao”, “Cienzia Asesina”, “La Aventura Del Saber”,“S.H.A.K.T.A.L.E.”, y con la colaboración improvisada de Guillermo (Angelus Apatrida) en “Ratas”, no defraudando a sus fieles con dosis de calidad muy altas en un derroche de versatilidad al alcance de muy pocos, con plena solvencia, fluyendo entre agresividad y destellos técnicos en un final de descontrol absoluto por parte del público a cargo de “Cuando Nada Vale Nada”,“Pauso Bat”, “Feliz Falsedad” y “Nos Vimos En Berlín”, aún sin señales de agotamiento y con plena dedicación. Experiencia que se refleja en un directo explosivo y sin miramientos.
Anal Hard disfrutaron de una afluencia considerable, pese al hándicap de ser los últimos en actuar. Un desahogo brutal con mucha naturalidad y abarcando mucho terreno en su propósito de generar el jolgorio con su visión atrevida del hardcore, mordaz y con mucha autenticidad, reforzada con matices interesantes bien combinados y en su justa medida, como bien dejaron de manifiesto en “Bienvenidos”, «The Pary In Da Playa», «El Lechero De Hellf Street», “Barcelona ´92”,“Inadaptados”,“Chiirikoki”, “Influencers Del Underground”, y “Coños Radioactivos”, con accesibles puentes que te van transportando por cada tramo de las mismas, y con una marcada personalidad que no pasa desapercibida en estos tiempos de encasillamientos.