Los zaragozanos Darmage van poco a poco consolidándose como una firme realidad de nuestra escena nacional, mostrando muchas posibilidades para sorprender y un gran potencial en agresividad metalera, con un sonido corpulento basado en crudas bases rítmicas, sólidos riffs y voces rabiosas. Una explosión directa y repentina de diferentes influencias, resultando efectivos para los que buscan técnica, velocidad, complejidad, contrastes, agresividad y melodía conducidos con destreza.
En la actualidad la formación se encuentra presentando su último EP «Penta», nueva sacudida de metal agresivo, con mucha crudeza rítmica en alternancia de registros agresivos y entereza en afiladas guitarras, siempre dentro de unos canomes de groove metal, dejándose notar su gran experiencia y calidad técnica., siendo capaces de salirse de lo reiterativo.
En su segunda visita en el Hard Bar Krawill (Iruña) dejaron buen testimonio de que han sabido conseguir el sonido y el estilo que querían lograr desde sus inicios, transmitiendo todo lo que se proponen a través de un juego de guitarras con una versatilidad destacable, golpeando bien fuerte en pasajes muy veloces y arrasando con una agresividad vocal muy expresiva y directa, reflejando honestidad y buenos argumentos para salirse de la saturación del actual panorama de bandas. Trallazos de efecto inmediato, zarpazos de mucha consistencia y de amplio recorrido instrumental, con estructuras muy bien buscadas em agresividad impredecible como «Un Mundo Muerto», «El Huesped», «Testigos», «El Final Del Eclipse» y «Romper Los Márgenes», una constante variedad en estructuras, manifestando un amplitud de miras relevante, arreciando diferentes brillos guitarreros y mucho dinamismo en la pegada, todo ello con dosis de calidad y dominando con perfección lo que hacen.
Vitalidad basada en riffs fortificados y ritmos atronadores con ramalazos hardcores en «Un Circo Patético» y un mayor equilibrio entre los aspectos más agresivos y melódicos en «El Estertor», resaltando la contundencia en un tramo final en donde se cruzan los caminos de thrash y el metal extremo, un demoledor e intenso «El Sublime Equilibrio Del Caos», frenéticos riffs entrelazados y cierta raíz mucho más tradicional, desatando emociones fuertes en todo momento.