La inspiración es cuando cobra sentido un pensamiento creativo, la chispa que enciende la creatividad, lo que mueve a los artistas a componer, impulsando a que cada idea tenga su propio planteamiento, buscando el equilibrio en cada proceso de desarrollo. La banda castellonense Killus siempre ha demostrando una desbordante imaginación en cada disco publicado, absorbiendo influencias y abriendo las puertas a mayor riesgo y experimentación, con un inagotable criterio musical y un mimo en composición muy de valorar, saliendo por completo de convencionalismos.
En el trigésimo tercer aniversario de la asociación de grupos musicales de Errenteria (Gipuzkoa), celebrado el 26 de octubre en el Centro Cultural Niessen, la banda volvió a romper moldes sobrepasando cualquier límite en su forma de concebir la música, impactando tanto por su técnica como presencia escénica, y demostrando una amplitud de miras al alcance de muy pocos músicos.
Nada más arrancar el concierto su vocalista Javi Ssagittar se volcó a animar al personal, invitando al mismo a adentrarse en un laberinto irresistible de recovecos industriales e injertos experimentales, pasando por un fluctuar de emociones muy dispares en «Grotesk»,»Man-Made Tragedy»,»H.E.L.L», «Nemesis», «Ascending Antichrist» y «Rape Your Dreams», consecuentes con su evolución y crecimiento, llevándonos a un clima futurista a través de la utilización de samplers y sonidos electrónicos, y abriendo una puerta a otra dimensión tras la nueva adaptación de algunos de sus temas emblemáticos en su vinilo conmemorativo “XXV Years Feeding The Monster”, como «Imperator», «Satanic Verse», «Satanachia», «Free», «Stranger Things» y «Ultrazombies», con unos matices mucho más ingeniosos y penetrantes, y con credenciales suficientes para situarse al lado de los más grandes de su género.
Se pudo comprobar un mayor crecimiento en cuanto a sonido y empaque, captando una vibración muy especial en «White Lines» y «Hypocrisy», destacando la calidad colectiva del grupo, con todos los elementos entrelazados de una manera magistral. Espectacular respuesta del público en «Ultrazombies», un total disfrute que los músicos captaron, en pleno control de tal desarrollo emocional, mostrando una dosis mayor de fuerza e inspiración en los bises, con su arrolladora versión de ABBA «Gimme! Gimme! Gimme» y el mítico himno «Feel The Monster», ebullición constante, jugando con ritmos e intensidades, y donde lo visual y lo sonoro se unieron de la mano. Todo ello con diferentes planos atmosféricos y una personalidad expresada como el fluctuar de las olas del mar, sin descanso, carente de ambigüedades.