sábado, 27 julio, 2024
Banner Content

Los años no pasan en balde, nos hacemos viejos por nuestra vagancia, por la rutina, por dejar de disfrutar de la vida, sobre todo cuando la nostalgia se interpone a la esperanza. Envejecer no es una cuestión de edad, sino de actitud. Una lección que tienen super aprendida los barakaldeses Porco Bravo, que siguen remarcando su estilo con un carácter natural y una buena dosis de valentía, reivindicado la importancia de ello en el rock & roll, una honestidad absoluta a unos principios de sacrificio y sentir, una auténtica expresión de magnificencia destellante e intensa, de salvaguardar las viejas raíces del rock, bajo una ofrenda cristalina de honestidad y buen rollo en el empuje, altas dosis de furor, pasión rockera y emoción desbordante. Un sentimiento que traspasa fronteras.

Cada concierto que ofrecen está bañado en irreverencia pura y sabiduría rockera por los cuatro costados, fidelidad a una forma de entender la vida, entrando a saco en la descarga y no bajando el ritmo. Una postura en vivo que no se atrinchera en una particular apariencia chulesca, sino todo lo contrario, en alto rendimiento rockero, corpulencia y convencimiento, expulsar electricidad para aquel que necesite un buen chute de la misma, divertirse y divertir sin posibilidad de defraudar, con mucha autenticidad reflejado en sonido y textos, primigenia expresión del rock escandinavo, dejando espacio para la libertad de unas guitarras que ofrecen mucha vida en los riffs y con la plasmación de un incuestionable esfuerzo por convencer y hacer crecer la piara, rezumando buen rollo, siempre pisando a fondo en inquietud y actitud, demostrando una labor del conjunto muy notable, con una instrumentación directa, con pegada y con chispa en temas como: «Al Despertar», «Corre», «De Cristal», «Donante», «Brindaremos Juntos», «El Cazador», Lemmy», «Motel», «Puto Amor» y «Somos», sin renunciar a la frescura del estilo más tradicional del rock y ganándose al respetable con juegos escénicos como el lanzamiento de una cabeza de Jabali de goma espuma y navegando por encima de las cabezas con una tabla de surf en «Eléctrica Actitud», plasmando de la manera más directa y descarada una personalidad de las que imponen y dejan huella.