viernes, 22 noviembre, 2024
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A veces la sencillez te da la grandeza. Sin ceder terreno ante nada ni nadie, los riojanos Zenobia han arriesgado y buscado su propia fórmula, conscientes desde hace mucho tiempo de que lo que se necesita para triunfar es una actitud natural, constancia y sacrifico, y hacer sentir al interpretar. Una auténtica vocación de convertir ese amor por la música en un camino profesional, ganándose a pulso cada uno de sus nuevos seguidores a través de una personalidad cada vez más marcada, poniendo siempre la mejor voluntad y evitando toda monotonía, buscando incesantemente el punto exacto para encontrar el equilibrio. A todo grupo le llega su momento de plenitud, donde todos los elementos que formaban parte de su sonido encajan mejor que nunca, predominando tanto la calidad individual como colectiva junto a un soplo de frescura que siempre se agradece. El sexto álbum de estudio de Zenobia «VI», es un absoluto derroche de calidad, con unos matices que van trazando diferentes relieves, fundiendo virtuosismo con sentimiento, sacando jugo a las melodías e incorporando algunos ornamentos nuevos para seguir dotando de variedad y personalidad a su propuesta musical.

La más pura humildad radica gran parte de su grandeza, con gran variedad de matices y un inmaculado desarrollo rítmico, disfrutando cada instante y no bajando el ritmo considerablemente en algunos intervalos de su actuación, focalizando su preeminencia en la figura de Jorge Berceo, vocalista y fundador de la banda, que siempre trasmite gran aplomo y simpatía, sabiendo modular sus registros vocales con absoluta solvencia y una naturalidad propia de quien sabe brillar con luz propia. Entraron de cara con “Sin Perder La Pasión», «Mi Alma Es Tempestad», «El Ultimo Bastión e «Ícaro», pudiéndose observar mayor madurez en la capacidad de transmisión, emitiendo mucha profundidad y sentimiento, con excelente compenetración entre todos ellos y resaltando todos los detalles que albergan en sus diferentes patrones rítmicos. Se pudo observar a muchas personas en las primeras filas cantando todos los temas, causando mayor furor dentro de un repertorio que resultó extenso y vibrante, temas como «Sigo Rugiendo», «No Me Dejes Caer», «El Sueño De Un Loco» , «Borraré Tu Nombre» y su particular adaptación del tema de Saurom «El Hada y La Luna» , dejándose llevar por el sentimiento de cada una de ellas, siendo uno de los mejores momentos de la descarga «Una De Piratas», uno de los himnos del grupo por excelencia, encontrando todo el entusiasmo por parte de los asistentes en el transcurso final de «Lo Llevo En La Sangre», con muchos seguidores compartiendo protagonismo sobre el escenario. Otra seña de identidad aplastante, con la sana intención de disfrutar, pura esencia que les hace tan particulares y muy queridos.