domingo, 3 noviembre, 2024
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El rock and roll es mucho más que un género musical, es un asunto de actitud pero en ocasiones nos quedamos cegados ante ciertos productos de marketing, no apreciando como deberíamos a aquellos que destilan con franqueza, irreverencia pura y sabiduría rock por los cuatro costados, altas dosis de furor, pasión rockera y emoción desbordante. Los genuinos rockeros tienen una idiosincrasia que los distinguen de aquellos farsantes, equilibrando tradición rockera con alma callejera, a base de opulentos alardes guitarreros y voz chillona y retumbante.

Muchas veces no topamos con bandas que no logran plasmar en vivo todo ese talento reflejado en sus discos, pecando de poca experiencia y soltura. Muy rara vez encontramos a formaciones que demuestran una grandeza inusitada, de la cabeza a los pies, como si hubieran nacido con un especie de don, para ser unas verdaderas estrellas y convertirse con el paso del tiempo en unas autenticas leyendas. Los norteamericanos Nashville Pussy demuestran actitud sobre un escenario, de la cabeza a los pies, un despliegue voluminoso de entusiasmo y mucha energía de compartir su rock and roll, con momentos de gran vitalidad, poderoso brío rítmico y un sinfín de poses rockeras en melodías atestadas de guitarras vigorosas, buenas vibraciones y complicidad, llevando al máximo exponente las enseñanzas de los viejos dinosaurios del rock, un torrente de emociones incontrolables.

Con la velocidad del rayo se merendaron un repertorio generoso, recurriendo constantemente a la bifurcación de sus fornidas guitarras en furiosos interludios guitarreros que nunca dieron síntomas de futilidad o poca definición, sino de estar estupendamente adheridos en «Pussy’s Not a Dirty Word», «Piece of Ass», «She’s Got the Drugs», «Come On Come On», «Speed Machine», «High as Hell», «Ain’t Your Business», «You Give Drugs a Bad Name», «Going Down», «Everybody’s Fault but Mine», «Hate and Whiskey», «Pillbilly Blues», «Till the Meat Falls Off the Bone», «Rub It to Death», «Why Why Why» y «Go Motherfucker Go», con una explosiva actitud completamente rockera, estribillos adictivos y una manera muy directa a través de una inagotable gama de recursos.