Los genuinos rockeros gozan de una idiosincrasia que los distinguen de aquellos músicos oportunistas, seres de espíritu humilde, de sentir y vivir la vida a su manera, con un despliegue de generosidad, entusiasmo y mucha energía de compartir su pasión, una descarga plena de rock puro y bien marcado, con los canales de voces bien calibrados y unas perfectas melodías en la guitarra en base a la línea musical requerida. Los madrileños Kamikazes siguen fieles a su sentir musical, sin perder sus grandes cualidades, cabeza y corazón, subiendo como la espuma en calidad y popularidad, con un trabajo de composición que reúne personales pinceladas y un aroma a rock cercano. Mucha actitud, valentía y fulgente nobleza, navegando entre emociones a flor de piel en unas turbulencias sonoras que beben del rock urbano de los noventa (Extremoduro, Marea) y del punk rock reivindicativo nacional, sin ser un clon de nadie, con mucho significado en sus letras y mucha emoción en sus melodías.
El pasado 12 de noviembre presentaron su segundo disco “Fuego Polar” en la sala Azkena (Bilbao) ante más de cientos de seguidores, en su esencia más natural y sincera, expresando sin tapujos sus emociones, con mucha chispa y una transmisión muy directa en sentimientos sinceros con los que es fácil identificarse, reafirmando ese estilo tan personal con el que dejaron huella desde sus inicios, una mágica conexión en textos basados en experiencias humanas y cotidianas junto a un proceso creativo variado y cohesionado desde la sencillez, con el sentimiento por bandera en composiciones como: «Caso Aparte», «Agravantes», «Cosa Nostra», «Se Va A Caer», «Circo Infierno», «Lejos de Aquí», «Con Todo», «Mi Tormenta» y Lobos», dándole a diferentes palos de una manera muy dinámica y entregada, rezumando sinceridad y honestidad en sus modos de ejecución, acordes muy ben hilvanados, con una agilidad en los riffs muy destacable y absoluta pureza a la hora de aportar un encanto muy especial, dando un importante paso al frente para subir en reconocimiento.