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Sin prisa, pero sin pausa. Así está siendo la gran trayectoria musical de los bilbainos Incursed, saliéndose de los patrones musicales convencionales y apostando siempre por ofrecer frescura al panorama sonoro, bebiendo de la cultura escandinava (mitología y la era de los vikingso) y el folk tradicional del norte de Europa y de las Islas Británicas, teniendo como referencia a bandas como Wintersun, Svartsot, Finntroll, Dimmu Borgir, Vintersorg, Månegarm, Ensiferum, Moonsorrow y Korpiklaani. Una rica fuente de inspiración personal y global. En su quinto trabajo “Baskavígin”, publicado el pasado 5 de febrero a través de Helheim Records, la banda evoluciona jugando con la maleabilidad de los ritmos y una clara habilidad en el lenguaje de la creación de melodías, encontrando nuevos detalles en cada escucha

– En este quinto disco «Baskavígin», la solvencia y efectividad de la banda siguen intactas, vuestro estilo es cada vez más personal, mostrando unos recursos reconocibles, una acentuación de los elementos rítmicos y una mezcla de equivalencias en todos los matices que se pueden apreciar en cada composición. ¿Cuáles han sido las ideas principales y líneas de trabajo sobre las que habéis construido las canciones y cómo ha discurrido el proceso de grabación del mismo en los estudios Chromaticity Studios bajo la supervisión de Pedro J. Monge (Vhäldemar)?

Jonkol: Aupa, Mikel! Muchas gracias por la entrevista, vamos al lío. Las ideas en torno a este nuevo álbum comenzaron a surgir más o menos un año después de lanzar «Amalur», cuando estábamos en plena gira y ya nos habíamos “desintoxicado” un poco de todo lo que rodea al lanzamiento de un álbum. Queríamos ir más allá e intentar hacernos fuertes en aquello que se nos da bien: los estribillos corales, temas directos pero con estructuras muy concretas y variaciones, y ese punto de folklore que siempre hemos tenido presente. Además, la estabilidad que hemos tenido a nivel de formación ha ayudado a tomar decisiones con tiempo y sin precipitarnos, un factor clave a la hora de asentar las bases de este «Baskavígin».

– ¿En qué sentido creéis que habéis avanzado con respecto a vuestro primer trabajo «Morituri»? ¿Qué ha habido de diferente en el proceso de gestación y grabación? ¿Cuáles son los principales avances incorporados?

Jonkol: Hemos avanzado muchísimo, y en todos los sentidos. «Morituri» fue un trabajo que grabamos de forma muy casera, con muy pocos recursos y experiencia, y no tiene nada que ver con lo que ha venido después. Ahora sabemos mucho mejor lo que nos hacemos, y también hemos ido encontrando nuestra identidad poco a poco, por lo que intentamos que todos los pasos que damos tengan sentido y vayan alineados con lo que buscamos en esto de la música. Otro de los principales avances es poder trabajar en un estudio que ya conocemos como la palma de nuestra mano, y sentirte cómodo es también muy importante cuando vas a plasmar tu música para la posteridad.

– El título está basado en la historia de la mayor matanza ocurrida en Islandia: 31 balleneros vascos fueron asesinados por la población local tras varios conflictos de convivencia. ¿Cuál ha sido la causa de inspirarse en la ley islandesa del siglo XVII que permitía asesinar vascos en Islandia?

Jonkol: Siempre nos había llamado la atención la historia vasca de la pesca, y como hace unos años salió a la palestra la derogación de esta ley, cuando ya estábamos trabajando en «Amalur», vimos el enlace perfecto entre ambos mundos, como inspiración cuando ya nos pusimos a pensar en el sucesor de «Amalur». La verdad es que fue bastante fácil y no hubo mucho que pensar, todo salía rodado según el proyecto evolucionaba y ha sido un camino prácticamente cuesta abajo, por lo menos en lo que a temática se refiere.

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– En una primera toma de contacto se percibe como un trabajo con una elevada precisión interpretativa y amplitud de miras, constatándose una mejoría en muchos aspectos, dando una sensación de que a la hora de componer dejáis fluir libremente vuestros sentimientos, sin expectativas ni presiones, partiendo siempre del Pagan Metal europeo ¿A qué se debe tal explosión de creatividad? ¿Os habéis involucrado todos en el tema de arreglos o habéis seguido fundamentalmente unas pautas fijadas de antemano?

Amo: En esencia es como dices. No partimos de ninguna pauta con el tema de los arreglos. Luego obviamente eso lo pasamos por nuestros propios filtros, que son los demás miembros y el productor, Pedro J. Monge. Un poco de objetividad siempre es necesaria porque uno mismo a veces tiende a familiarizarse por costumbre con un arreglo concreto, aunque puede que no funcione perfectamente, simplemente porque ese día no estaba especialmente inspirado. En ese momento necesitas un poco de objetividad de tus compañeros. Por lo demás no tenemos ninguna fórmula mágica. Hacemos música que nos guste a nosotros y con un poco de suerte gustará a alguien más.

– Este álbum es mucho más abierto en el plano musical y con una calidad indiscutible fruto de haber sabido colocar cada elemento en el lugar adecuado para provocar un sinfín de sensaciones al oyente. ¿Qué es para vosotros la experimentación, un fin en sí mismo o un medio para obtener algo diferente?

Amo: Diría que lo consideramos un medio. Una herramienta, si lo prefieres. Al final esto es música y lo que pretendemos es que suene bien. En cada disco probamos cosas nuevas, pero si no nos convencen las abandonamos. Puede ser que las retomemos más adelante si de repente se nos ocurre un enfoque diferente, porque ya nos ha ocurrido. Pero no somos de sacar material “experimental” simplemente porque no lo haya hecho nadie antes. No queremos inventar la rueda.

– Habéis profundizado en precisión y versatilidad rítmica dejando un mayor recorrido a las instrumentaciones y no renunciando a introducir elementos que engrandezcan el sonido. En vuestro caso, el sonido en sí, es igual de importante que las estructuras. ¿Cuánto tiempo os pasáis investigando nuevos efectos, matices…?

Amo: No creemos que invirtamos mucho tiempo, sinceramente. Ya tenemos un bagaje como banda y tenemos claro cómo tiene que sonar Incursed. También puede que sea porque es algo que hacemos día a día y concierto a concierto en las pasadas giras, ensayos y grabaciones. Igual si te pones a sumar esos 5 minutos casi diarios a lo largo de 13 años te sale una cantidad de horas que piensas: “¡Coño! ¡Sí que le hemos dedicado tiempo!”. Pero no nos sentamos en estudio a pensar un sonido de bajo concreto, por ejemplo.

Aunque hay una excepción histórica con «Baskavígin»: las voces. Con la incorporación de Jones somos tres voces y probamos armonías corales en la gira A journey to Amalur que nos gustaron mucho, así que si que hemos investigado y trabajado bastante ese aspecto.


– En canciones como “The Black Hunter», «Eusko Troll Label», «Paganauts», nos encontramos con unos altos niveles de complejidad rítmica, una enorme variedad de acordes guitarreros y un perfecto juego de contrastes sonoros. ¿Una manera de abrir nuevos caminos?

Amo: Puede, aunque no es algo premeditado. Simplemente se nos van ocurriendo cosas e intentamos que suenen bien. Por supuesto intentas no ser repetitivo para que no suene todo a refrito de algo que ya hiciste hace 3 años, pero sí que parezca que seguimos siendo la misma banda. Si causa esa sensación al oyente es que seguimos conservando la originalidad siendo nosotros mismos, así que muchas gracias.

-Habéis cuidado mucho tanto las formas como el contenido musical del mismo. El diseño es espectacular y la portada logra inmediatamente por su colores. ¿De qué manera están los conceptos implícitos en la misma?

Amo: La portada y contraportada son una ilustración épica y metafórica de la historia que contamos en el tema «Baskavígin», que son hechos históricos. Luego el libreto y las fotos también van enfocados al tema de los balleneros vascos con el Ontzi Liburua, la brújula, el cráneo de ballena…

Artísticamente, está presente el concepto de los balleneros vascos enfrentándose a la furia de Skaði, la diosa nórdica del Invierno, junto con otros terrores del mar a los que debían hacer frente. Hace referencia de una manera muy poética y no excesivamente obvia a la “Matanza de los vascos” y eso nos encanta.

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– Es de lo admirable que seguís manejando con creatividad vuestros recursos en la búsqueda de un estilo coherente y personal, capaz de reconciliar contundencia metalera y melodía, voces rasgadas y limpias bajo un desarrollo totalmente congruente con el sentimiento que se quiere plasmar en cada momento. Obviamente para crecer musicalmente no hay que ponerse barreras de ningún de tipo. En el disco existen otras inclinaciones musicales que siguen encajando igual de bien entre si ¿Cómo habéis llegado hasta ellas? ¿Qué os resulta todavía más complicado de hacer después de todos estos años, la música o las letras?

Jonkol: Como principal compositor del grueso de temas de los últimos años, podría decir que las influencias se han ido colando en las composiciones que han ido surgiendo. Supongo que es inevitable, ya que me gustan prácticamente todos los estilos dentro del metal, y es imposible recordar todo lo que has escuchado y que te va marcando poco a poco. Respecto a la dificultad que traes a colación, para mí lo difícil no son la música o las letras. Lo difícil es estar inspirado y creer que estás dando con la tecla correcta. Si ya es algo difícil estar satisfecho con las ideas que has desgranado, añádele que muchas veces esa sensación no llega hasta tiempo después de haber plasmado esos desarrollos. De hecho, hay temas que en un principio no me causaron una sensación convincente, y que con el tiempo y el empujón de otros miembros han terminado resultando. Puedo hasta poner ejemplos que recuerdo ahora: «Beer Bloodbath», «Cryhavoc!», «Baskavígin» (sí, al principio no me convencía jajajaja), y alguna más que no recuerdo ahora, seguro…

– Con el disco ya en la calle habrán comenzado a llegar las reacciones. ¿Están cumpliendo con las expectativas? ¿Alguna que os haya sorprendido para bien o para mal?

Amo: La verdad es que está superando las expectativas. Sabíamos que teníamos buen material y estábamos muy satisfechos, pero con la situación actual de la pandemia y demás teníamos un cierto miedo y creíamos que nos afectaría muy negativamente. Sin embargo la respuesta ha sido muy buena.

Nos ha sorprendido sobretodo para bien. Nos hemos encontrado críticos que reconocen que cuando leen que haces “Folk/Pagan Metal” despiertas en ellos unos prejuicios negativos… Y que cuando han empezado a escuchar «Baskavígin» esos prejuicios han volado por la ventana. Los más sorprendente son aquellos que en sus comentarios sientes que no han superado sus prejuicios escuchando el disco, y que aún así dicen que les ha gustado. Es extraño.

– ¿Qué sueños se han cumplido para vosotros y cuáles quedan por cumplir?

Amo: Haber grabado 5 discos es un sueño cumplido. Seguir adelante, disfrutando y creciendo como banda 13 años después de empezar es otro. Es un sueño haber tenido la oportunidad de viajar por el mundo, de sentarnos con nuestros ídolos a charlar o que alguno de nuestros referentes se nos acerque y nos felicite después de nuestro concierto. El único sueño que tenemos por cumplir es seguir poder haciéndolo hasta que nos vayamos al hoyo.

– Supongo que vuestra meta será la de llegar al máximo número de personas y tratar de conseguir un cierto reconocimiento dentro del mundillo. ¿Cómo veis el mundo de la música a día de hoy? Para quien aún no os conozca, comentar tres de vuestras mejores cualidades.

Jonkol: No sé si serán buenas o malas cualidades, porque es relativo, pero destacaría estas tres: los desarrollos vocales de los temas, lo heterogéneo de dichos desarrollos, puesto que intercalamos estructuras de varios estilos e influencias, y por último, que somos gente con sentido del humor. Quizá para muchos esto no sea importante, pero para nosotros el humor es una herramienta clave, y creemos que se nota en nuestras canciones. Sobre todo cuando las cosas no van bien, el humor resulta un factor determinante. Quizá sea por eso que todavía seguimos juntos como banda, porque somos medio bobos jajajaja.


– Lamentablemente este país sigue siendo un poco verbenero musicalmente hablando. ¿Pensáis que la originalidad está mal pagada hoy, que la gente tiene el oído demasiado cerrado y se ha acostumbrado a cosas simples?

Jonkol: yo diría que todos pecamos de eso muchas veces, tampoco somos amigos de lo excesivamente “true”. No ponemos en duda la libertad de cada uno para practicar o escuchar el estilo que le venga en gana. Pero también vislumbramos ese factor verbenero que destacas, y que quizá en ocasiones no haga ningún bien a la escena del metal. Ni tanto, ni tan calvo: unos deberían abrir un poquito más sus miras o ser más transigentes, y otros deberían reparar en que el “todo vale” termina siendo perjudicial.

– ¿Cuál es vuestra posición con respecto a las medidas impuestas para la celebración de eventos musicales?

Jonkol: Personalmente, somos de los que respetan, pero de los que cuando tienen que quejarse, se quejan. Acatamos, porque no nos queda otra, y a los que mandan no les importa qué opinemos o cómo actuaríamos nosotros. No hay más que ver el nefasto trato que se le está dando al colectivo laboral en la cultura, cuando a otros estratos más cercanos a la “tradición” española se les está subvencionando desproporcionadamente. Queda patente que este país en que nos ha tocado vivir, todavía pesan mucho algunas conductas de hace décadas, y distan de estar próximas a evolucionar… Aún así, seguiremos empujando, porque esto es lo que nos llena de vida e ilusión.

– Cuando una banda graba un disco siempre piensa que es el mejor pero después de poco tiempo escuchándolo, tiene la sensación de que hay cosas que se podrían cambiar o haber mejorado durante la grabación. ¿Tenéis esa sensación de que lo podríais habéis hecho aún mejor?

Jonkol: Es sin duda el disco con el que menos nos ha pasado esto último que comentas. Siempre hay cosas que se pueden mejorar, pero con el presupuesto del que disponemos diríamos que no hemos podido hacerlo mucho mejor. En otras ocasiones, por falta de experiencia o impulsividad, hemos cometido errores que fácilmente hubiéramos subsanado con una segunda oportunidad, sabiendo lo que sabemos ahora. Lo que esperamos ahora es seguir aprendiendo, y aplicando todo lo que nos ha hecho ir creciendo poco a poco, y seguir ofreciendo lo mejor de nosotros mismos. Puesto que lo que más importa, como mencionabas, es la propia sensación de haberlo hecho bien.

– ¿Cómo encara la banda la presentación del disco con las medidas impuestas por las autoridades sanitarias, desproporcionadas reducciones de aforos, con el público sentado en sillas y el uso obligatorio de las mascarillas?

Jonkol: Alguna oportunidad he tenido de sentirlo en mis carnes con otro proyecto musical (en este caso Vhäldemar), y ni de lejos es la mejor opción, pero actualmente es la única que tenemos. Si tenemos que hacer las cosas así para que las salas no cierren, los grupos no se separen, la prensa, los medios, técnicos y demás no abandonen sus actividades… como hemos dicho antes, seguiremos empujando. Pero también seguiremos empujando para superar esas medidas que comentas, que si bien son discutibles en multitud de casos, a todas luces queda en evidencia que hay un doble rasero a la hora de aplicarlas en unas u otras actividades.

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