lunes, 6 mayo, 2024
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No todo el mundo se atreve a salirse de los patrones musicales convencionales y apostar por ofrecer frescura al panorama sonoro. Los madrileños Halmet han vuelto a dar esa pincelada de color y modernidad en su nuevo trabajo «Berlin», donde han sabido evolucionar y encontrarse a si mismos, buscando nuevos límites en su música para no estancarse y seguir sorprendiendo con las mismas ganas de siempre, con capas de sintetizadores y modulaciones que suman enteros a un sonido ya de por sí trabajado y unos sentimientos honestos en sus letras en torno al sufrimiento, la lucha, el salir victoriosos de ellos y seguir evolucionando. Como este viernes actúan en el Kafe Antzokia (Bilbo) nos hemos puesto en contacto con su guitarrista Luis Tárraga para profundizar sobre dicho lanzamiento y demás cuestiones relacionadas con la música.

– La constancia siempre da sus frutos. En este nuevo trabajo «Berlín” habéis vuelto a demostrar que no os conformáis con haber alcanzando un nivel musical altísimo ni hallado un sonido de lo más personal. Sin miedo a experimentar habéis acuñado vuestra identidad de manera uniforme en cada canción, manteniendo la crudeza y conservando un sonido orgánico. ¿Consideráis de verdadera importancia no tener ningún prejuicio musical y estar abierto a todo tipo de música con un mínimo de calidad para lograr dar pasos de gigante en búsqueda de la perfección?

Totalmente; el no tener barreras, no tener etiquetas, ni deudas con un estilo para tener éxito o ser «guiados» por alguien externo en busca de vender, nos ha hecho lo que somos, completamente libres para hacer lo que queramos y queremos sin ningún prejuicio a nada ni nadie. Quitar todas estas barrera, como músicos nos hace ser mejores ya que podemos experimentar sin miedo.

– Supongo que cuando uno quiere crecer aún más necesita nutrirse también de otras cosas, poner a prueba los límites de lo posible. ¿Qué particularidades tiene este disco en lo musical?

Este disco lo que creemos que tiene, además de esa libertad creativa, contrastes que nos han llevado al límite y hemos llevado al límite de lo que hacíamos antes. Crudeza máxima, limpieza minimalista en ciertas partes, mucho noise, riffs, complejidad en otras, etc.

– Pese a que seguís contando con ese sonido vuestro tan característico y personal, se puede decir que en el álbum hay ciertos elementos o influencias inéditas en la banda hasta este momento, una mayor riqueza en sintetizadores y modulaciones, soprendentes matices en las guitarras y en las voces. Una madurez y versatilidad que se va apreciando mucho más en las sucesivas escuchas, garantizando su perdurabilidad. ¿Cuál creéis que ha sido el factor que os ha llevado a dar este salto en complejidad y versatilidad?

Hemos trabajado muchísimo en el disco, sin ninguna prisa y lo dicho antes; no ponernos metas ha hecho que fuéramos muy inconformistas con todo, entonces nos ha llevado a sacar lo mejor de nuestra forma de tocar, también compositivamente nunca hemos desarrollado sin complejos tanto las cosas lo que nos ha llevado a introducir electrónica o elementos a los que no llegamos con los instrumentos convencionales, o voces femeninas, o percusiones diferentes. Sónicamente equipo que nunca utilizábamos también.

Foto: Irene Bernal
– Sin duda alguna uno de los puntos fuertes de este trabajo es la producción global del álbum junto a un esfuerzo considerable en el apartado de la composición. Deduzco que no llegaríais al estudio con las canciones acabadas sino con una mente más abierta. ¿Ha sido así? ¿Cuánto tiempo os ha llevado el elaborar los temas y cómo ha discurrido la grabación en Sadman Studios de Madrid junto a Carlos Santos?

No, siempre llegamos al estudio con las canciones muy acabadas. Hacemos mucha preproducción y ensayamos mucho antes de entrar a grabar con lo que siempre tenemos muy claro lo que vamos a hacer. Lógicamente dejamos un margen para cambiar cosas cuando estamos grabando que nos lo sugiera. El disco nos ha llevado tiempo, incluso la grabación la dividimos en dos tandas. Entre preproducción, ensayos, grabaciones todo el 2018 prácticamente. Pero componiendo un año antes además… La grabación con Carlos ha sido bestial. Es un placer con él, es el tercer disco que hacemos juntos y nos conoce a la perfección.

– Con cada canción siempre buscáis una manera distinta de expresar vuestras vivencias y sentimientos, con destellos de nuevos conceptos y formas, acrecentando la diferenciación entre las partes agresivas y limpias a nivel vocal, y unos estribillos destinados a ser coreados ¿Qué pasos seguís para llegar a esa plenitud? ¿Primero la melodía y posteriormente los textos o viceversa?

Los textos siempre es lo último que hacemos. Para la música no tenemos más forma que no sea trabajar en ello. Nos gusta ver donde nos lleva todo y que inspira luego a las melodías vocales.

– Es muy llamativo el título del álbum «Berlín”, a través de él habéis querido transmitir que hay que renacer y evolucionar, persistir, insistir, repetir, seguir creciendo y no estancarse en una zona de confort. ¿De qué manera están los conceptos implícitos en la portada, diseñada por Víctor García-Tapia de Darkhorse Estudio?

La portada describe todo el concepto que queríamos transmitir. Esa inquietud, la frialdad de la tristeza, pero las ganas de romper con ella reflejado por el perro.


– Vivimos en una época donde la tecnología juega un papel importante. Grabar un disco está al alcance de cualquiera, con lo que ocasiona es que haya un exceso de bandas e incluso muchas de ellas no ofrecen casi nada nuevo. ¿Cuál es vuestra opinión de los nuevos tiempos en la música? ¿No creéis que actualmente hay muchos grupos que saturan sus trabajos con exceso de producción de forma que oculta o disfraza la falta de creatividad?

Hay muy buenos grupos, pero también hay muy poco personalidad en otros, y creemos que es por esto que dices. Todo suena igual, y lleva a esa producciones tan estériles ya veces pelín «falsas».

– Desde fuera musicalmente da la impresión de que vais madurando disco a disco siempre con unas reconocibles señas de identidad. ¿El decantarse por Will Putney en las mezclas y contar con la gran ayuda de Pao Durán en los sintetizadores analógicos era el paso que os faltaba para subir un peldaño más?

Will Putney es uno de nuestros favoritos y es un honor que haya mezclado nuestro disco. Pao es parte de la idea de lo que queríamos meter a nivel de modulaciones, ruidos varios y sintes.. Pero no lo hemos mirado con la intención de subir peldaños o no, ya que con cada disco sónicamente buscamos lo que más nos gusta. Es solo eso, ver que sonido necesitaban estas canciones e ir a por ello. Afortunadamente creemos que lo hemos conseguido.


– Lo que no ha cambiado es vuestro excelente gusto por la melodía. Muchos de los temas de «Syberia» se agarraban al cerebro y lo mismo pasa con algunos de este trabajo como «Eclipse», «No Se Decir Adiós» y «Salvajes» ¿Hacia dónde progresan vuestros gustos e influencias musicales?

Volvemos a repetir que no sabemos nunca donde vamos premeditadamente, por eso no podemos saber hacia donde progresan nuestras influencias.. Son tan variadas, tan distintas entre si que cada disco tiene su personalidad más en concordancia de cómo estamos anímicamente que otra cosa.

– Según tengo entendido al escribir las letras Molly vuelca en ellas mucho de su vida personal. ¿Sigue buscando la inspiración en su interior más que en el exterior? ¿Cuáles son los sentimientos que ha querido transmitir en «No Sé Decir Adiós» o «El Principio de un Comienzo», saber apreciar la soledad como punto clave de nuestra introspección personal y sacar la fuerza interior para seguir adelante cuando uno está al límite y sin fuerzas ?

Las letras son totalmente experiencias personales aun incluso las que hablan de un modo más social que introspectivo. Y si, hablan de la constante lucha por ser uno mismo y por ser feliz.

– ¿Cómo valoráis el gancho que ejercen las nuevas tecnologías en el panorama musical actual?

Pues lo valoramos de forma totalmente positiva. Es fundamental estar con ellas y no en contra. Pero esto no hace a los grupos mejores, ese es el error que cometen algunos.

Foto: Irene Bernal
– El disco lleva poco tiempo en la calle, ¿se están cumpliendo las expectativas depositadas en él? ¿Como está siendo la respuesta de la gente en vuestros conciertos?

El disco está gustando mucho afortunadamente y estamos muy sorprendidos por la respuesta. Al igual que con los conciertos, esta yendo mucha gente a vernos cosa nada fácil para un grupo como el nuestro a esta alturas.

En la actualidad muchas de las bandas consagradas como Berri Txarrak, Non Servium, Lendakaris Muertos han decidido tomarse un parón indefinido debido a que el estar todo el rato de gira llega a cansar anímicamente. ¿En algún momento de vuestra carrera habéis tenido esa misma sensación, de tener que romper con esa rutina y buscar nuevas sensaciones?

Cansa muchísimo, pero nos encanta nuestra música y lo que hacemos, eso gana la batalla. Con respecto a los grupos que lo dejan no sabemos decirte realmente que les ha llevado a ellos. Ojalá sean con buenas intenciones y no otras. No hablamos de ellos ojo que son grupos que funcionan muy bien, pero todo el mundo es consciente de miles de jugadas comerciales que se han hecho con estas historias; lo dejamos pero volvemos en dos años para petarlo con una gira de «reunión» o al contrario, lo dejamos pero antes giro 15 años seguidos de despedida, esto se lleva mucho en bandas de fuera y míticas … Se resume muy fácil, pasta y más pasta jajaja.

– Sois una banda que os preocupáis mucho por obsequiar a vuestros seguidores, con todo lo que está al alcance de vuestras manos, sobre todo en directo, ofreciendo un espectáculo potente, rico en matices y versatil en intensidades. Estimo que vuestro mayor deseo es dar toda la talla en vivo, exhibir todo el poderío reflejado en los discos y que por lo tanto vuestro público no salga defraudado de ellos. ¿Que setlist nos deparará esta nueva gira?

Damos mucha cancha al disco nuevo, que para eso lo hemos hecho y lo amamos con locura jajajaja. No nos gusta vivir de rentas musicales y si hacemos un disco nuevo es porque lo sentimos y nos gusta. Luego tocarlo en directo y no hacer año tras año lo mismo. Aunque lógicamente caen muchos clásicos también. Estamos haciendo unas 22 canciones, prácticamente dos horas de concierto. Así que no os lo perdáis!!


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