No cabe duda de que en la variedad está el gusto. Los vallisoletanos Xeria han apostado por prestar especial atención a los pequeños detalles en su disco debut «Tierra», estructuras de metal melódico variadas y trabajadas, con claras líneas dentro del género más internacional y haciendo que la seña de identidad sea la propia variedad de las composiciones, siendo uno de sus elementos definitorios, la peculiar voz de su vocalista femenina Marina Sweet. Nos hemos puesto en contacto con su guitarrista Carlos Z para profundizar sobre el mismo y el resultado ha sido altamente satisfactorio.
– Antes de empezar a hablar de vuestro primer trabajo de larga duración “Tierra” hacedme una pequeña biografía de cada uno de vosotros porque hay una trayectoria bastante interesante hasta día de hoy.
Primero de todo, queremos agradeceros vuestro tiempo y el interés mostrado en nuestro trabajo. Siempre es un placer tener unos minutos para charlar de música.
En cuanto a nuestra trayectoria, todos hemos estado más o menos activos en la escena local, en bandas metal o rock. César Manjarrés, Félix Gacho y Victor Herrera se conocían además desde un proyecto anterior, Miss Hyde, también cerca de la esfera del metal melódico. Marina llevaba unos años muy activa en bandas como Destino Siberia, y yo, aunque llevaba un tiempo alejado de los escenarios, nunca he dejado de tocar y hace tiempo estuve en Venger y Luz Negra, todas más o menos conocidas en la escena local.
– A nivel compositivo hay un porcentaje preciso de potencia, calidad sonora y composición elaborada para otorgar el empaste y la solidez a unas canciones que en este disco tienen la capacidad de enganchar en todos los sentidos. ¿Cuáles han sido las ideas principales y líneas de trabajo sobre las que habéis construido las canciones y cómo ha discurrido el proceso de grabación del mismo en los estudios Dynamita (Asturias) bajo las órdenes de Dani G (Last Days Of Eden)?
Creo que si tuviéramos que elegir un hilo conductor de nuestra música utilizaríamos palabras como elegancia, contundencia y melodía. Cuando componemos, lo que tenemos en la cabeza son canciones que enganchen, como bien has dicho, que te toquen un poco por dentro, que tararees y te hagan sentir algo. Después de muchos años en esto quizá nos hemos querido refugiar un poco de estilos más técnicos y hemos ido a formas más estéticas: una melodía bonita, una base rítmica contundente, unos arreglos profundos y cuidados pero sin llegar a saturar, siempre al servicio de la música, de la canción. ¿Un poco como coger un riff potente de Symphony X y una melodía de Mecano. La comparación es un poco exagerada, pero creo que como metáfora podría dar algunas pistas.
Creemos que el resultado es a la vez contundente y bonito, y como dices se apoya en una producción de primera. Cuando nos planteamos este trabajo, en seguida tuvimos muy claro que queríamos grabarlo con Dani G a los mandos. Conocíamos y admirábamos su trabajo, entre otros con Last Days of Eden, y decidimos seguir adelante con él a pesar de ciertas dificultades como la distancia de los estudios Dynamita y cierta incompatibilidad de fechas. Esto trajo como consecuencia algunas anécdotas en el proceso de grabación: sesiones maratonianas para ajustarse a los tiempos, guitarras grabadas en un estudio local reamplificadas en Dynamita, gente tirándose de los pelos, etc. Imagino que en el fondo es lo normal (Risas). Dani además de un productor técnicamente excelente conoce perfectamente el estilo, y nos guió para dar una vuelta de tuerca a los temas. Tener una voz externa en la que confiábamos plenamente creo que nos ha permitido pulir el disco hasta que ha quedado redondo.
– Es evidente que sacáis el máximo partido al hecho de disponer de una vocalista versátil y con recursos, quien se amolda a todo tipo de melodías, sacando todo su potencial e intentando dotar a la propuesta de un carácter más personal y natural. ¿Dónde reside desde vuestro punto de vista la diferencia frente a otras bandas de similar estilo? ¿Le dais mucha importancia al significado de vuestras canciones?
Creo que la voz de Marina es maravillosa por sí misma, dulce y potente a la vez. Pero además en Xeria ofrece un contrapunto muy interesante que ayuda a domar la base rítmica, resultando en una conjunción de recursos estilísticos que se complementan muy bien. Toma por ejemplo el tema con el que empieza el album, «Mi Reina». Un sonido de intro in crescendo y, enseguida, un break muy furioso y un riff contundente, y justo antes de que la cosa se desboque, entra la voz casi onírica que devuelve las aguas a su cauce. Y por supuesto, en las baladas, «En tí» y «Terciopelo», casi te pone la piel de gallina.
No se hacer un análisis académico sobre qué es exactamente lo que nos diferencia. Te puedo nombrar referencias como Nightwish, Evanescence, Within Temptation, Delain… bandas de metal con voz femenina de las que sin duda hemos bebido. Y sin embargo cada vez que escucho «Tierra» encuentro que Xeria tiene algo diferente a todas ellas. A veces pienso que tenemos un toque pop y luego escucho el riff de «Tienes Miedo» y se me pasa. A veces pienso que son los sintes a lo Labyrinth, pero se me viene a la cabeza Scorpions en el solo de «Terciopelo». No tenemos orquestaciones faraónicas, ni canto lírico, ni solos a lo Malmsteen, ni temas en 13 por 8. Pero no sé, es como si hubiera muchas cosas diferentes que están siempre al servicio de crear temas potentes y emotivos; y sin, ninguno destacar exageradamente, de alguna forma cada elemento y cada influencia encaja perfectamente en un sonido fresco y que engancha. Qué voy a decir, por otra parte (Risas).
– Las primeras impresiones siempre son las que valen y escuchando temas como “La Reina”, “Tierra”,y “Resurgir” se puede apreciar un buen gusto por la fuerza y la sensibilidad a partes iguales, con gran riqueza en detalles instrumentales, mucho sentimiento en unos textos cargados de significado y dejando la simpleza estructural para realzarse de una forma natural., con las señas de un metal moderno y potente. ¿Cuál es el rasgo que más identifica vuestro sonido actual?
Como te decía antes, creo que el rasgo principal es que en «Tierra» la principal protagonista es la música. Cada recurso, cada arreglo, cada músico, está al servicio del tema. Tomamos influencias del metal sinfónico, del rock de los 80, del progresivo, del pop, pero ante todo queremos ofrecer temas que tengan sentido, que te enganchen, que te hagan sentir. Hay una voz dulce y potente, hay orquestaciones, hay sintes, hay riffs contundentes y melodías dulces, hay baladas donde la voz y el piano te ponen los pelos de punta, hay una base rítmica demoledora, y al final, creo que todo encaja perfectamente, como un puzzle.
La saturación de contenidos es en parte una característica de la sociedad de nuestros días y la democratización de las nuevas tecnologías. Hoy en día quien tiene un ordenador tiene un estudio de grabación, un grupo de músicos de estudio y una orquesta sinfónica a su disposición. Y lo bueno es que hay propuestas para todos los gustos, y no importa lo bizarros que sean tus gustos, seguro que encuentras algo para ti. ¿Afrancesado, fan de Final Fantasy y del Power Metal? Ahí están Versailles.
Sin embargo, entiendo lo que dices, y es que parece que cualquier camino está muy trillado y se ha perdido un poco el factor sorpresa y la emoción. Y también se ha perdido quizás la figura del grupo de rock legendario, los que llenaban estadios. En los 80, un nuevo álbum de Iron Maiden era un acontecimiento planetario, se generaba una expectación gigantesca por todo el globo. Hoy en día, eso ya solo pasaba con las keynotes de Steve Jobs cuando sale un nuevo iPhone (risas).
Ante esta saturación es verdad que pasa a menudo con ciertas bandas que escuchas un tema que llama la atención y suena potente, investigas más y el álbum acaba resultando anodino. Pero… ¿y la satisfacción que experimentas cuando descubres esa banda desconocida que de repente da un giro al estilo y ofrecen algo completamente nuevo? Como músico, tanto como oyente, estos tiempos demandan honestidad y responsabilidad: igual que entiendo que hay que crear la música que sientes en cada momento, hay que investigar entre todo lo que hay, y cribar, hasta encontrar aquello que realmente merece la pena.
A mí personalmente me parece que la escena del metal melódico y sinfónico goza de buena salud. En cuanto a los grandes, los últimos discos de Nightwish y Symphony X, por ejemplo, para mi gusto rozan la perfección. Y en el siguiente escalón hay un montón de bandas con propuestas muy interesantes y originales (no es estrictamente metal, pero ahí están Two Steps from Hell) o la resurrección de un grupazo como Conception con la vuelta de Roy Khan. Y no hay que irse lejos, Avalanch acaban de sacar un discazo y los mismos Last Days of Eden no tienen nada que envidiar a otros grupos internacionales.
– ¿No creéis que actualmente hay muchos grupos que saturan sus trabajos con exceso de producción de forma que oculta o disfraza la falta de creatividad?
Yo creo que en esto tenemos que estar agradecidos porque las nuevas tecnologías permiten llegar a unos niveles de producción inimaginables hace 30 años. Un vinilo original de Led Zeppelin puede tener la magia de lo vintage, pero la limpieza y nitidez cristalinas y la potencia de las producciones de hoy en día está a años luz de aquello. Si hubiera grabado Immigrant Song hoy en día, creo que Jimmy Page hubiera querido que sonara con la potencia de la reciente versión de Trent Reznor, salvando lógicamente la distancia de los estilos. Y si tienes los conocimientos, con un puñado de plugins puedes grabarte una maqueta con un sonido que hace palidecer a los discos de cabecera de hace una generación.
Pero es lo que dices, esto no sustituye al talento: Grabas un gato maullando, autotune, compresor, una base, un sampler, guerra de volumen… y te sale el próximo trending topic de twitter. Hay veces que subes el volumen y parece que va a ser la leche, y al minuto estás pasando al siguiente tema, una y otra vez hasta que terminas el álbum y te quedas como estabas. Como compositor, es fácil perderse en secciones de cuerda, coros y sintes que suenan como si fueran a tirar el edificio abajo, y al final acabar descuidando la música.
Por eso te hablaba de la honestidad y la responsabilidad como oyente. Antes, el filtro lo podían hacer las discográficas y los grandes medios. Hoy en día, hay tantas propuestas que de primeras suenan bien y tantas formas de difusión que somos nosotros mismos como oyentes los que tenemos que cribar e identificar aquello que realmente merece la pena. Y en esta tarea, los medios especializados como vosotros jugáis desde luego un papel clave.
– Habéis cuidado mucho tanto las formas como el contenido musical del mismo. El diseño es espectacular y la portada logra inmediatamente por su colores. ¿De qué manera están los conceptos implícitos en la misma?
Cada pequeño detalle de este trabajo lo hemos cuidado con mucho mimo, y el diseño no es una excepción. La portada ha corrido a cargo del diseñador Carlos Mena, que no se dedica habitualmente al mundo de la música, y en parte ahí, en la huida de los tópicos del género, está el secreto de su genial trabajo. Le dimos un par de ideas sobre la temática del álbum y el concepto musical y le dimos libertad total para trabajar. Después de la incertidumbre, creemos que el resultado es inmejorable. La portada representa un globo terráqueo estilizado de manera que conforma también un reloj de arena, y todo ello dispuesto de manera que recuerda a la X de Xeria.
– Las canciones se enmarcan dentro de un metal melódico de alto nivel y amplio de miras bajo unos matices vocales espléndidos, de una profundidad, intensidad y emoción que te embarcan literalmente en un camino sin retorno, y unos enriquecedores arreglos que dan mayor fuerza y significado a los sentimientos vertidos en ellos. ¿Se puede concebir que con este primer disco habéis querido mirar más hacia vuestras almas y sacar todo lo que lleváis dentro? ¿Qué tipo de cosas son las que os hacen saltar y escribir una letra?
Quiero agradeceros muy profundamente las palabras que nos dedicáis en nombre de toda la banda. Nos emociona que apreciéis nuestro trabajo de esta manera, nosotros hemos disfrutado mucho creando este álbum y ver que el esfuerzo puesto en el mismo se aprecia es una gran satisfacción. Gracias.
Además, has dado exactamente en el clavo cuando has observado cómo hemos vertido todo lo que teníamos a nivel personal en este álbum. Durante la formación de la banda y la grabación de «Tierra» se han dado algunas situaciones personales complicadas que sin duda se ven reflejadas en el álbum, y no solo en las letras, también en la música y los arreglos. «Tierra» ha sido para nosotros una especie de catarsis artística. A nivel de textos, el trabajo lo hace principalmente Marina y trabaja a ráfagas, de una manera muy impulsiva, cuando estamos trabajando con una idea en seguida interpreta qué le evoca ese tema y pone mucho de ella misma en la letra. Te vuelvo a hablar aquí de honestidad, y es que como te decía, en Xeria creamos la música que nos hace sentir, y lo mismo vale para las letras: ideas como levantarse y seguir adelante tras estar hundido, la rueda dentada del mundo de nuestros días que machaca a los individuos y al planeta, el dilema moral de ser aceptado socialmente o mostrarte auténtico.
– Llama mucho la atención las colaboraciones de Lady Ani (Last Days of Eden), Isra Ramos (Avalanch, Amadeüs) y de Alberto Rionda (Avalanch). ¿Cómo surgieron y si barajasteis alguna otra?
La colaboración de Lady Ani surgió de manera natural del estupendo ambiente de trabajo que hubo durante la grabación del album, ya que ella es la vocalista de Last Days of Eden, el grupo de nuestro productor. Al escuchar las maquetas y partiendo de la buena relación que había, le propusimos la colaboración y ella aceptó encantada. Isra Ramos y Alberto Rionda fueron contactados por nuestro manager y amigo, Jesús Cámara (al que queremos mandar también un abrazo y nuestro enorme agradecimiento) y enseguida mostraron una estupenda disposición. Ha sido un honor poder contar con ellos, y dotan al álbum de un brillo especial.
– ¿Cuál fue el tema que más disfrutasteis grabando y el que más quebraderos de cabeza os dio?
Uno de mis temas favoritos es “Morir en tu Boca”. Lo tiene todo, es emotivo, potente, la colaboración de Isra Ramos es espectacular… y es muy rápido. Quizás el solo de este tema fue la parte que más me costó del álbum, aunque cada uno hemos tenido nuestra bestia negra particular. No obstante, creo que en este tema iba encajando todo tan bien, que creo que es uno de los favoritos de todos nosotros, aunque luego cada uno tiene ese tema único para él, que le trae sentimientos y emociones especiales.
– ¿Cómo valoráis el gancho que ejercen las nuevas tecnologías en el panorama musical actual?
Hemos hablado de ello antes, han cambiado enormemente la manera en la que se hace y se escucha música. Como músico, nos permiten hacer cosas que hace 20 años solo se podían imaginar. Cuando grabé con Venger en 2001, tuvimos que llevar al estudio a todo un coro lírico para grabar 20 segundos de material, y con gran trabajo obtuvimos resultados aceptables. Con Xeria, podemos meter arreglos que suenan al Coro de la Sinfónica de Londres a golpe de teclado, y cambiarlos en postproducción si lo necesitábamos. Por el contrario, como oyente, echo un poco de menos la mística y la emoción del disco en los 90, cómo oías hablar de un grupo, quizás leías una crítica en una revista, una semana después te lanzabas a comprarlo en la tienda casi a ciegas, luego te gustaban solo cuatro temas, pero lo escuchabas tanto que te acababan gustando otros diferentes… Hoy en día puedes pasar por toda la discografía de un grupo a golpe de click en Spotify escuchando 5 segundos de cada tema. Quizás el concepto álbum ha perdido un poco su valor.
Ahora, como músicos de nuevo, es una bendición la facilidad con la que se puede distribuir entre la gente. Hace pocos días hicimos nuestro concierto de presentación y, siendo un grupo nuevo, el público ya se sabía los temas, por la facilidad con la que todo el mundo ha podido acceder a nuestra música.
– ¿Cuál creéis que es mayor problema con el que se topa un grupo de metal en España?
Bueno, esta pregunta no es del todo fácil de responder. He oído hablar a muchas personas que el problema real radica en internet, y en que ahora mismo hay mucha oferta de todo. Eso es cierto, pero yo no considero que sea malo necesariamente. Cuanta más oferta de bandas haya más competencia habrá por hacerse un hueco (competencia sana por supuesto) y eso resulta finalmente en una mejor calidad musical, y también en innovación dentro de un mismo género.
Yo creo en cambio, que uno de los principales problemas que se puede encontrar una banda que está empezando, ya no de metal solamente, sino de cualquier otro género, es la falta de apoyo. Con falta de apoyo, hablo de falta de iniciativa del público a asistir a conciertos. Como ya he comentado anteriormente en esta entrevista, vivimos un momento de auge de la tecnología, donde con un ordenador no sólo puedes tener tu propio estudio de grabación, sino que también tienes acceso a todo tipo de contenido musical en cuestión de segundos. Esto provoca que muchas personas se acomoden a escuchar música en su casa, en vez de asistir regularmente a conciertos de bandas de cuya música disfrutan.
Para mí esto es un gran problema, ya que por un lado, no da el apoyo económico tan necesario a esas bandas nóveles que empiezan, y por otro lado, no generan motivación para los músicos para generar nuevo material, ya que gran parte del atractivo de un proyecto musical, es llevarlo luego al directo. Y un directo se disfruta más cuando ves que el público está divirtiéndose al menos tanto como tú. Ya sabes, cuanta más gente hay en un concierto, más se animan de forma inconsciente quizás, y al final todo resulta en una mayor diversión, que es el objetivo final de todo esto. Pero si una sala está a medio llenar, todo se vuelve un poquito más duro, tanto para la banda en sí, como para el público que sí ha ido.
Considero que es importante apoyar a las bandas emergentes, y mucho más aún si su música te gusta. Comprar su disco, compartir su material en las redes sociales, asistir a sus conciertos, son las mejores formas que hay de apoyar a una banda que está empezando. Y creemos que esto no siempre se lleva a cabo por lo general, y es posiblemente el mayor problema con el que se puede encontrar una banda emergente.
Nuestros planes más inmediatos son presentar «Tierra» por toda España. El próximo 13 de abril estamos en Bilbao con Nocturnia y Avalanch, y tenemos cerrado también el 2 de noviembre en Vigo con Mind Driller y Prima Nocte. Seguiremos añadiendo fechas según las vayamos confirmando. A largo plazo, queremos seguir creciendo y probando cosas nuevas. Queda mucho tiempo, pero ya hemos empezado a trabajar en ideas para el próximo álbum.
– ¿Qué le diríais al público para que se decante por vuestro disco en particular y acuda a vuestros conciertos?
En cuanto a lo que le podemos ofrecer a nuestro público, creo que ya lo hemos hablado antes: principalmente honestidad. Si vienes a ver a Xeria, tendrás delante a un grupo de personas entregadas en cuerpo y alma a lo que hacen, que han puesto todo lo que tienen en este trabajo. Creo que eso se traduce en un sonido potente, temas que te hacen sentir y un directo enérgico y emotivo.