Los legazpiarras Anker han debutado con «Gizagaitza» , un trabajo que ofrece personalidad y excelente elaboración para captar la atención del público metalero vasco, exhibiendo en conjunto fuerza, lucidez, frescura y un gran nivel de calidad en ejecución, con reminiscencias del power metal tradicional, equilibrado una fuerza instrumental tremenda y una delicadeza melódica, y resaltando todos los detalles con criterio y suficiente riqueza en arreglos y detalles, llegando a terrenos mucho más abiertos y variados, pero sin dejar de exponer destellos que enriquezcan cada nueva escucha.
Antes de empezar a hablar de vuestro primer trabajo “Gizagaitza”, me gustaría saber cómo se gestó la banda y si ya teníais de antemano marcadas unas directrices a seguir musicalmente
Todo comenzó en verano de 2019 en un garaje de Brinkola. Enfocados en la pasión de los festivales de verano, Eneko y Joanes se reunieron en un garaje de Brinkola para componer y aprender las primeras canciones, entre ellas «ANKER». Poco después Jon Ander Arnaiz, alias Jota, se incorporó al grupo y fueron mejorando entre ellos.
Meses más tarde se unió al grupo Urko. Así consiguieron entrar en los locales de la asociación musical «Subeltza» iniciando el proyecto «DEATH RITUALS». Finalmente, Jon se unió al grupo formando el quinteto inicial. Poco a poco fuimos componiendo las canciones que componen nuestro actual primer disco «Gizagaitza». Debido a los inconvenientes generados por la pandemia, tuvimos que arreglárnoslas de alguna manera desde casa para salir adelante.
A punto de finalizar 2020, Jota abandonó el grupo y se consolidó la actual formación oficial. Para seguir adelante, cambiaron el nombre a ANKER, estableciendo así, la actual formación original.
Musicalmente hablando, siempre hemos tenido claro que queríamos hacer música metalera, pero sin poner en un principio un estilo o tipo de metal en concreto. En cambio a medida que íbamos componiendo hemos ido creando nuestro propio estilo, mezclando tipos de metal, respetando y guiándonos por nuestros gustos y referencias.
Suele resultar una tarea complicada el poner un nombre a la banda que sea llamativo y concentre toda la esencia que se quiere desplegar. ¿Cuál fue la fuente de inspiración para dar definitivamente con el vuestro?
Eneko y Urko estuvieron juntos en un proyecto anterior llamado AKER. Hablando del tema varias veces vimos la posibilidad de establecer ese nombre para nuestro grupo, pero después de haberle dado muchas vueltas al tema, decidimos añadir una “N” al nombre, dando así con el resultado, ANKER. Es un nombre que nos gustó a todos, por ser un nombre corto, explosivo, agresivo, original y en la lengua que nos caracteriza.
Evidentemente uno de los puntos fuertes de este disco debut “Gizagaitza” es la producción global del álbum, un trabajo vistoso en las formas pero también en el plano interpretativo, acuñando vuestra personalidad de manera uniforme en cada canción, manejando una amplia gama de influencias y ofreciendo diferentes contrastes guitarreros y matices variados. ¿Sois de los que dedicáis mucho tiempo a buscar nuevos sonidos y efectos? ¿Qué bandas os van marcando el camino que pretendéis llevar en estos duros inicios?
En este primer trabajo, hemos buscado varios sonidos, tales como ciertos reverbs, distorsiones, chorus… pero sobre todo hemos intentado buscar el resultado con el sonido más crudo y más simple, parecido al que solemos llevar al directo. Ya después, hemos implementado varios sonidos y efectos aparte, en las voces y guitarras limpias y acústicas sobre todo. Por último, hemos añadido varios instrumentos extras para darle una mejor sensación como sintetizadores e instrumentos de viento, como el violín por ejemplo, para la intro de “Garai Berri Baten Hasiera”.
Estamos empezando a investigar y buscar nuevos sonidos y efectos, y tenemos claro que para el segundo trabajo serán muy empleados.
El disco ha sido grabado, mezclado y masterizado en los Ilun Produkzioak (Zumarraga, Gipuzkoa) bajo la supervisión de Aimar Ibarzabal. Contarnos brevemente cómo ha discurrido la grabación, da la sensación de que hay bastante partes grabadas en directo, buscando un sonido lo más parecido a como sonáis sobre un escenario. Además creo que el título está fijado por alguna razón en concreto…
Fue una grabación algo extraña, ya que de primeras no teníamos suficientes fondos como para grabar en un estudio profesional. Por ello, decidimos contactar a nuestro buen amigo Aimar, y él nos acogió en sus brazos y empezamos a grabar con él. Las grabaciones tuvieron lugar en nuestro local de ensayo, en Subeltza. Con la tarjeta de sonido de Aimar, y bajo su supervisión, fuimos grabando poco a poco parte por parte y con toda la comodidad y confianza, todas las pistas base de las canciones, batería, bajo, guitarras y voces. Fue un trabajo de un mes y poco más de grabación, donde aprendimos un montón del mundo de la grabación y producción. Cabe mencionar, que al tener un gran productor como Aimar nos ayudó a mejorar nuestras canciones, ya que él nos aconsejaba añadir o quitar partes, meter terceras… Después de la grabación, el trabajo fue totalmente de Aimar. Él metió muchas horas en editar, mezclar y masterizar el material, y ahí está el resultado.
Supongo que habéis partido de unas bases musicales consensuadas y que posteriormente cada cual ha ido aportando cosas con su visión y experiencia. ¿Es así? ¿Cómo es vuestro proceso de composición, hay alguien que toma el mando en cuanto a letras y música se refiere?
Se podría decir que cada uno tiene su papel a la hora de componer, pero esto suele variar por tema. En general, Joanes es el compositor principal y el que suele componer los que serían los primeros riffs de los temas junto con la ayuda de las partes rítmicas de Eneko. A continuación, solemos quedar entre todos y ya cada uno vamos adaptándolo a nuestros instrumentos. Entre todos, solemos decidir en qué orden irán las partes y cómo empalmarlos entre ellos, pero la voz cantante en este caso lo suelen tener Urko y Jon. Para finalizar con las canciones, componemos la letra. Este suele ser la parte más conflictiva ya que, cada uno tiene su manera de expresarse, pero nuestro proceso suele ser el siguiente; Empezamos sacando una melodía con la voz para poder ir encajando las palabras, después, solemos quedar en algun bar o en los mismos locales que con cerveza en mano vamos soltando palabras, frases, metáforas y expresiones, ayudando a Eneko, nuestro letrista principal a dar forma y finalmente completar la canción. Para terminar, Jon y Joanes se encargan de sacar terceras para las voces y solos de guitarras.
El álbum alberga un montón de detalles que se van revelando con cada escucha. ¿Habéis tenido una actitud abierta a la hora de probar diferentes tonalidades? ¿Qué sentimientos habéis buscado transmitir a través de él?
Es verdad que hemos tenido una actitud abierta para probar distintos tonos, aunque diríamos que ha sido más bien algo natural, algo que ha salido así, porque nos ha gustado simplemente. Lo que queremos decir es que no hemos tenido ningún tipo de presión u obligación para hacer las canciones de una manera u otra. Como suele decir Eneko, nuestras canciones han sido resultado de lo que nos salió a lo que nos gustó. Hemos intentado hacer canciones agresivas y a la vez divertidas, para disfrutar nosotros tocando y oyendo, igual que para el público. Centrándonos en las letras, hemos querido hacerlas mínimamente abstractas ya que, nos gusta que sean interpretadas como al oyente le apetezca. Como solemos decir, son de libre interpretación, aunque realmente sí que siguen un hilo, una razón o una historia en concreto aunque puede que sea ficticia.
¿Cuál fue el tema que más disfrutasteis grabando y el que os dio más quebraderos de cabeza?
En general hemos disfrutado un montón grabando las canciones, ha sido una de las mejores sensaciones que hemos vivido. Pero por poner nombres, diríamos los tres videoclips ya que además de ser nuestro temas preferidos, disfrutamos mucho de la compañía de nuestros amigos y de la experiencia a la hora de grabarlos. Están llenas de anécdotas que seguramente nos seguiremos riendo de ellas y quedarán marcadas en nuestra memoria. Por otro lado, hemos sufrido todos los temas a la hora de grabar, ya que no es una labor muy fácil, pero ha sido muy gratificante.
Lográis mantener el interés del oyente gracias a unas influencias en perfecta consonancia y unos cambios de ritmo que aportan la variedad necesaria y unos registros vocales perfectamente adaptados a la línea musical. ¿Cómo se alcanza ese nivel de técnica y brillantez para saber como colocar cada elemento en el lugar adecuado y provocar una reacción emocional en el oyente?
De primeras, hemos seguido nuestro propio instinto junto con nuestros propios gustos intentando dar variedad suficiente para poder emocionar al oyente ya que, creemos que cada canción puede reflejar o generar una emoción o sensación muy personal. A la hora de componer, nos guiamos sobre todo por nuestros gustos e impulsos. Intentamos añadir o entrelazar distintas partes con coherencia y guiándonos por lo que nos produzca o nos pida en el momento, llegando a un consenso, sin ningún tipo de guion al que seguir pero, siempre dentro de una lógica.
Canciones como “Ekaitza”, “Garai Berri Baten Hasiera” y “Eromenaren Senide” atesoran fuerza, lucidez, frescura y un gran nivel de calidad en ejecución, riqueza de matices, espléndidas melodías vocales y la perfecta conjunción entre todos los elementos ¿Cómo habéis enfocado ese aspecto tan fundamental de que las individualidades se pongan al servicio del conjunto, constituyendo miríficos ejercicios de concisión y destreza compositiva?
La idea es unificar el potencial, destrezas y habilidades que posee cada integrante del grupo, juntarlo y ponerlo al servicio del grupo en beneficio común para poder generar un resultado que nos guste y nos parezca satisfactorio. Para ello, ponemos en valor que cada canción suene contundente, con diferentes matices y armonías, con distintos significados y reflexiones, provenientes de los ideales, inquietudes o crítica de cada uno.
Estimo que el haber optado por el idioma vasco es por una tendencia natural, dado que es vuestra lengua de comunicación habitual, pero a la hora de llegar a un público mayoritario no pensáis que os limita bastante…
Desde el primer momento, decidimos componer en Euskera dado que es nuestra lengua natal y no nos podíamos hacer la idea de cantar en otro idioma. De momento, no tenemos intención de cambiar de lengua. Estamos contentos con el resultado aunque somos conscientes de las limitaciones que implica el haber tomado esta decisión. Nos sentimos muy cómodos así, nos gusta lo que hemos conseguido y como lo hemos conseguido transmitir. Creemos que precisamente en el ámbito del metal, el idioma queda en un segundo plano. Por supuesto que es una cuestión importante pero no es la única vía para poder trasladar aquello que se quiera transmitir al oyente. No hay nada más internacional o mejor ejemplo que un riff contundente junto con un doble bombo endiablado para poder generar una sonrisa, un sentimiento de unión y grandiosidad con tu alrededor que este fenómeno llamado “Heavy Metal”. Por poner un ejemplo, mucha gente escucha bandas nórdicas en su lengua original sin dar importancia a la letra, simplemente lo escuchan porque les encanta su música. Por lo que, creemos que el idioma no es tan relevante o determinante y que queda en un segundo plano. En nuestro caso, es lo que se ha querido conseguir con la canción «ANKER». Un tema instrumental, lleno de melodías contundentes apto para cualquier persona aficionado al metal. Creemos que cambiar de idioma sería algo así como perder el norte. Además, siempre hemos tenido muy claro que antes de pensar si va a gustar o no a la gente, nos debe de gustar a nosotros, y si es así, es suficiente para seguir adelante y poder defenderlo ante cualquiera sea en el idioma que sea.
Vivimos en una época donde la tecnología juega un papel importante. Grabar un disco está al alcance de cualquiera, con lo que ocasiona es que haya un exceso de bandas e incluso muchas de ellas no ofrecen casi nada nuevo. ¿Cuál es vuestra opinión de los nuevos tiempos en la música? ¿No creéis que actualmente hay muchos grupos que saturan sus trabajos con exceso de producción de forma que oculta o disfraza la falta de creatividad? Además hay muchas bandas nacionales que merecen muchísima más repercusión a nivel internacional.
Lo cierto es que hoy en día es bastante complicado innovar. La tecnología ha proporcionado ventanas para dar el salto internacional que se resume en oportunidades para la gente. Prácticamente, todo está inventado y es bastante complicado crear un nuevo género, con todos los grupos que hay y con todo lo que se ha innovado en los últimos años. En algunos casos sí que nos da la impresión de que se saturan algunos trabajos mezclando demasiados estilos y técnicas generando un resultado que puede parecer algo complejo a la hora de escuchar. Sí que pensamos que hay muchas bandas locales y nacionales que merecen más repercusión y visibilidad a nivel internacional, aunque algunas veces como bien hemos hablado en la pregunta anterior, para algunos el idioma puede suponer una limitación. Existen bandas mundialmente conocidas como “Kvelertak”, que cantan en Noruego y que apuestan por su propio idioma resultando originales para un amplio público.
Supongo que vuestra meta será la de llegar al máximo número de personas y tratar de conseguir un cierto reconocimiento dentro del mundillo. ¿Creéis que la música en vivo pasa por un buen momento, en el sentido de que la nuevas generaciones no están a la altura de tiempos pasados en predisposición de descubrir nuevas bandas y apoyar la música en vivo?
Nuestro objetivo principal siempre será el hecho de disfrutar de aquello que hagamos. Resulta un aliciente el saber que tenemos un concierto por delante el fin de semana a la hora de afrontar la semana. Creemos que llegar a tener reconocimiento o fama es secundario y que hay que ganárselo demostrando en cada escenario o actuación. Pensamos que la música en vivo ha tenido un gran ataque por el covid, pero confiamos en que irá cogiendo fuerza ahora, por el simple hecho que no ha habido casi espectáculo estos dos años, la gente tiene ganas y se nota. Además, tenemos la suerte de estar rodeados por amigos y compañeros de otros grupos como los Elbereth que nos apoyan constantemente, escuchando nuestras canciones, aconsejando y viniendo a vernos a los conciertos. Para nosotros eso es una pasada, estamos muy contentos y nos sentimos muy afortunados por esa parte.
¿Consideráis que definitivamente se ha eliminado el complejo de inferioridad de las bandas nacionales respecto a las de fuera?
Creemos que hoy en día se está unificando o globalizando todo. Dada la llegada de las nuevas tecnologías es muchísimo más fácil poder llegar a personas que nunca imaginarias que podrías llegar. En nuestro caso particular, hemos mandado un par de discos a Francia y eso nos parece una locura para una banda amateur que canta en su propio idioma. Por otra parte, hay muchísima más visibilidad y por ello podemos afirmar que existen personas suficientemente profesionales con grandes capacidades y destrezas como poder codearse con los más grandes y no tener que envidiar a nadie. Hay gente muy preparada que puede eliminar por completo ese complejo de inferioridad.
¿Cuál creéis que es mayor problema con el que se topa un grupo de metal en España?
Creemos que las grandes cadenas solo son capaces o les interesa proporcionar música muy “pop” y que se está perdiendo el criterio musical de la gente. El metal es un estilo de música que cada vez menos gente escucha, se está consagrando para un grupo muy selecto y “sibarita” para los ojos de la mayoría. Por estos motivos, siempre vamos a andar por debajo de otros grupos o géneros de música más comerciales. Aunque, por otro lado, se está notando un auge en la gente joven ya que, poco a poco pero otra vez, se ha empezado a apostar por el metal. Se palpa otra nueva ola dentro de este género y para poder corroborar este hecho existe el ejemplo del colectivo “Basque Underground Metal” donde somos partícipes.
Personalmente para mí una de las virtudes de este disco debut, aparte de la calidad de las canciones, es la riqueza de matices, las espléndidas melodías vocales y la perfecta conjunción entre todos los elementos ¿Cómo habéis enfocado ese aspecto tan fundamental? ¿Qué particularidades tiene en lo musical?
Hemos visto la posibilidad de poder combinar tres tipos de voces en nuestras canciones con los recursos que tenemos, contando con voz rasgada, limpia y guturales. De esta forma, entendemos que se puede dar mucho colorido a las canciones y poder transmitir muchas cosas en función del punto en el que se encuentre el tema y de lo que se quiera transmitir. Por otro lado, hemos intentado unir partes melódicas y ritmos mucho más agresivos ya que, nos gustan mucho la versatilidad de los ritmos dentro de las canciones para conseguir dinamismo y jugar con la evidencialidad resultando canciones muy entretenidas a la hora de tocar, al igual que sorprenden cuando se escuchan ya que, en algunos momentos se dan algunos cambios que no son del todo evidentes.
En este álbum habéis puesto muchísimo empeño en un ingenioso tejido instrumental y hábiles dinámicas expresivas que navegan de la tranquilidad a la tormenta, constituyendo unos miríficos ejercicios de concisión y destreza compositiva. ¿Sois partidarios de que es tan importante el fondo como las formas? ¿Qué efectos han tenido vuestros diferentes puntos de vista en el disco?
Nos gusta expresar esos cambios, sorprender y pasar de partes tranquilas y más melódicas a partes más agresivas para que las canciones sean más entretenidas y emocionantes, que no sean muy evidentes y crudas. Al fin y al cabo, las canciones y el estilo es un resultado de los distintos géneros e influencias que compartimos cada uno de nosotros. En Anker hemos intentado poner en común todo lo que nos gusta a cada uno de nosotros y aprovecharlo para componer las canciones y enriquecer de esta manera el grupo.
¿Qué sentimientos habéis buscado transmitir con el título y la portada del mismo?
Con el título y la portada de este primer álbum hemos querido transmitir sentimientos tales como la agresividad, superación, desahogo, rabia, ira, culpabilidad, falta de empatía, egoísmo, falta de sacrificio, falta de solidaridad, individualismo o la confusión.
El disco es una parte de nosotros, de lo que hemos querido transmitir de cosas que suceden en el día a día en nuestra sociedad, de nuestras vivencias y temas que entendemos que tienen un significado para la sociedad y para cada individuo. A la hora de escribir la letra o cantarla es muy importante saber lo que estás diciendo, entenderlo y sentirlo, para poder transmitir el mensaje y el sentimiento y poder conectar con el resto de la gente.
Es reconfortante escuchar un trabajo con guitarras tan virtuosas, una mayor sublimidad melódica en las voces y arreglos musicales esplendidos. ¿Consideráis entonces que en la actualidad la escena progresiva es más jugosa que la del power metal?
Son diferentes estilos, a nosotros nos gusta el power metal y en el disco hay influencias del mismo. Aunque hemos querido aprovechar todos los recursos que teníamos en nuestra mano para poder lanzar un trabajo más “creativo”, entretenido y que nos sorprenda, ya que entendemos que al combinar distintos elementos correctamente, se enriquece mucho la canción y el ambiente que se quiera conseguir. Cada canción es diferente y posee su propia personalidad, historia o significado por lo que nos da la opción de poder ir alternando según el momento.