Hay rasgos que hacen diferente a cada tipo de músico, que marcan el rumbo de su éxito profesional, pero hay aspectos en la música que dejan una huella importante, exhibiciones técnicas y buenos alardes de sentimiento y estilo propio, cubriendo con garantías la función de enganchar a la audiencia. Los bizkainos Rise To Fall siguen presentándose como una firme realidad para consolidarse en lo más alto del panorama metalero de nuestro país, con ramalazos de una calidad imposible de pasar por alto, sin caer en imitaciones y buscando incesantemente su propia fórmula con un sonido elaborado en expresivas transiciones instrumentales, con fuerte influencia de la escena sueca del death melódico, lo suficientemente compacto tanto individual como colectivamente, junto a una gran fortaleza en alternar momentos agresivos y melódicos, la cual juega una papel importante en su capacidad de traspasar fronteras, manteniendo una buena reputación a base de directos y una clara exigencia por sonar natural, alejándose de la superproducción.
Su actuación del pasado 6 de diciembre en la sala Urban Rock Concept (Gasteiz) fue de una exigencia que cuesta superar y mantener, llevándolo a los niveles de calidad contrastada que poseen sus músicos, marcando el desarrollo con riffs bien alineados a la base rítmica, una directa pegada para poder destacar de buenas a primeras, en perfecta consonancia con una versatilidad capaz de aglutinar infinidad de aspectos, exponiendo unos temas de nota alta en composición y ejecución («The Descendant», «In The Wrong Hands», «End Vs Beginning», «Redrum», «The Compass», «Virgin Land», «Whispers Of Hoep», «Thunder Of Emotions Beating», «Parasites», «Acid Drops», «The Threshold» y «Decoding Reality»), conjunción de melodía vocal y fuerza guitarrera, dejando puros sentimientos flotando en el aire con cada nota, con atrevimiento para usar la imaginación dentro de un estilo que va afianzándose en influencias más novedosas y capacidad de evolución, empastando todos los elementos con mucha amplitud de miras y la búsqueda intencionada de la exquisitez.